La exportación española desaprovecha la mejoría de sus principales clientes
La recuperación de las grandes economías europeas durante el año pasado no ha sido aprovechada por España para mejorar su posición comercial. Durante 2006, las exportaciones perdieron cuota de mercado en Alemania, Portugal y Reino Unido.
Las exportaciones españolas recuperaron el pulso el año pasado al crecer un 10,6%, pero, a juzgar por el aumento de las importaciones de las mayores economías europeas (que son, a su vez, los principales clientes de productos españoles), el repunte pudo ser mayor. El producto interior bruto de la zona euro creció en 2006 un 2,7%, su mejor registro en seis años. En el conjunto de la Unión Europea se alcanzó un 2,9%, que igualmente supone el récord de la década.
España llegó hasta el 3,9%, pero ya venía logrando crecimientos superiores al 3% desde hace varios años. La novedad de 2006 ha sido, por fin, la recuperación de las grandes economías de la zona euro. Principalmente, Alemania, con un aumento del PIB del 2,7%, pero también Francia e Italia, con crecimientos del 2%. Los tres países salen así de largos años de virtual estancamiento.
La recuperación de la actividad lleva inherente un aumento de las importaciones, más acusado en algunos países que en otros (en función, entre otras cosas, de la competitividad de los productos nacionales). En España, sin ir más lejos, los años de bonanza económica están acompañados con crecimientos de las importaciones superiores al 10%. En 2006 (igual que el año anterior), las compras de bienes al exterior crecieron un 12,2%, de modo que, aunque las exportaciones aceleraron un 10,2%, el déficit comercial también aumentó un 15%, rozando los 90.000 millones (9,2% del PIB).
Entre los grandes de Europa, España sólo consigue mejorar su posición en Francia
Menos cuota para Alemania
Por su tamaño, quizá el caso más preocupante sea el de Alemania: el motor de la economía europea aumentó sus importaciones entre enero y noviembre del año pasado (último dato publicado por Eurostat) nada menos que un 17%, en consonancia con la citada recuperación de su actividad. En un periodo prácticamente idéntico (enero-diciembre), las exportaciones españolas hacia ese país sólo crecieron un 5,4%, según las cifras del Ministerio de Industria, lo que supone una pérdida de cuota sobre las importaciones de ese país. En 2005, Alemania representaba el 11,4% de la exportación española, medio punto más que el año pasado.
El primer destino de las exportaciones españolas por volumen es Francia (18,7% del total), uno de los pocos grandes de Europa en los que España no perdió cuota el año pasado. El vecino del norte de los Pirineos elevó sus importaciones un 6%, mientras que España logró exportar a ese país un 7,4% más que en 2005, para un total de 31.754 millones de euros. Una situación que, aun con porcentajes más altos, resulta similar a la de Italia. El país transalpino importó un 13% más, y España exportó hacia él un 12,5% más, hasta totalizar 14.483 millones. De este modo, tanto en Francia como en Italia se mantuvo prácticamente la cuota de mercado (incluso, con un pequeño repunte en el primer país).
Pero las noticias negativas vuelven de la mano de Portugal y el Reino Unido, que a día de hoy son el tercero y el quinto mercados de las exportaciones españolas en términos de volumen. En ambos casos, las caídas son notables, de forma semejante a la de Alemania. Las importaciones portuguesas crecieron un 8%, y España sólo elevó sus exportaciones allí un 2,2% en términos nominales (es decir: decrecimiento una vez descontada la inflación). Así, Portugal ha pasado de representar el 9,5% de las exportaciones al 8,8% en un solo año. En el Reino Unido el resultado fue aún peor: aumentó sus compras al exterior un 18%, y España sólo elevó sus ventas allí un 3%. El destino pasó del 8,5% del total en 2005 al 7,9% el año pasado.
El Gobierno se planteó como uno de los objetivos de comercio exterior reducir la dependencia exportadora de la Unión Europea, puesto que la salud económica de esos países condiciona en exceso los resultados del sector externo. Para ello, en 2005 se pusieron en marcha nueve planes específicos de desarrollo de mercados, para otros tantos países con fuerte potencial y en los que la empresa española es inferior a la que, a juicio del Gobierno, podría lograrse. Algunos efectos empiezan a notarse: si en 2003 el 74% de las exportaciones tenían como destino la Unión Europea, el año pasado ese porcentaje se limitaba al 70%.
Más positiva en los países emergentes
Entre los cinco mayores destinos de la exportación española, sólo Italia se situó por encima de la media del 10,6% que creció ésta. Las mejoras, por lo tanto, hay que buscarlas más allá de las fronteras europeas. Posiblemente, el resultado más positivo sea el logrado en Estados Unidos, donde las exportaciones crecieron un 22,9% y ya suponen un 4,4% del total.La mayoría del resto de noticias positivas se centraron en países emergentes, incluidos casi todos en los planes especiales de desarrollo de mercados. Así, las ventas a Rusia crecieron un 37,6%; las dirigidas a México, un 16,9%, y las destinadas a China, un 11,5% (si bien en casi todos los casos las importaciones crecieron más). Los resultados más preocupantes fueron los respectivos a Argelia e India, con caídas del 13,6% y el 3,9%, respectivamente.