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Privatizaciones

Ferrovial se interesa en la puja de más de 2.300 millones por el aeropuerto de Chicago

Rafael del Pino está dispuesto a ganar presencia en los aeropuertos de Estados Unidos. Con esta aspiración, el grupo que preside, Ferrovial, quiere pujar por el aeropuerto Midway de Chicago en competencia con su socio australiano Macquarie y los bancos Goldman Sachs y Deutsche Bank. Está en juego una de las mayores privatizaciones de EE UU por más de 2.300 millones de euros.

El mercado estadounidense suma y sigue en privatizaciones de infraestructuras. Sobre la mesa está ahora una de las más importantes, la venta del aeropuerto internacional Midway de Chicago, y no sólo por su montante. La operación se cifra en más de 3.000 millones de dólares (2.300 millones de euros) pero además puede abrir la espita para que varios estados que están dubitativos decidan hacer caja abriendo así una oleada de ventas.

Ferrovial está analizando seriamente el concurso por el que se venderá el 65% de este aeródromo, confirman fuentes del grupo. Todo depende de las condiciones que se impongan. Aunque, en este caso, no pujaría a través de su filial británica BAA -primer grupo mundial de aeropuertos que compró en julio con sus socios financieros Caisse du Québec y el fondo GIC de Singapur- sino directamente y mediante Ferrovial Aeropuertos, sin otros apoyos. Su intención es controlar la gestión.

Si gana este aeródromo, sería su primera compra en EE UU en este negocio y además ampliaría su presencia considerablemente porque BAA posee ya los de Indianápolis, Boston, Pittsburgh y Baltimore. Mientras, Ferrovial Aeropuertos gestiona el de Belfast y el de Antofagasta (Chile).

Por el de Chicago tendrá que competir con varios grandes de las infraestructuras, como la filial del banco australiano Macquarie, un viejo conocido ya que comparte con él varias autopistas y aún tiene pendiente la opción de venta del 20,9% del aeródromo de Sidney tras venderle su parte en el de Bristol.

Además de este adversario, la compañía controlada por la familia Del Pino afrontará la competencia de dos bancos internacionales muy volcados en las infraestructuras: Goldman Sachs, que cuenta con un potente fondo de inversión especializado, y Deutsche Bank, según acaba de publicar la prestigiosa revista Fortune. Si bien, el proceso aún tiene que salvar escollos políticos y legales para seguir adelante.

Falta el refrendo de la decisión política de vender un aeropuerto por el que pasan 17 millones de viajeros al año. A esto se une que las aerolíneas de este aeródromo -próximo a su hermano mayor, el Chicago O'Hare- plantarán cara para que las tasas que pagan tengan un tope. Por su parte, los potenciales adjudicatarios lucharán justo por lo contrario con el fin de que su inversión logre una rentabilidad máxima.

Antecedentes de éxito

De lo que ya no cabe duda es de que EE UU ya no dará marcha atrás en su impulso a las privatizaciones y concesiones de infraestructuras. Las administraciones se ven forzadas a dar entrada al capital privado, como ya ha ocurrido en Europa, ante la falta de presupuesto. Hace casi tres años, la autopista Chicago Skyway dio el pistoletazo de salida a esta moda importada de Europa. Cintra, la filial de autopistas de Ferrovial, y su socio Macquarie ganaron la adjudicación por 1.800 millones de dólares. El siguiente hito se produjo el año pasado cuando el mismo tándem logró la Indiana Toll Road por 3.800 millones de dólares. También el año pasado, Cintra se hizo con la SH130 en Texas por 1.000 millones.

El primero de una larga lista

Con una gran déficit de infraestructuras, sobre todo en carreteras, ya que la mayoría de la red se construyó en los años 50, Estados Unidos ha visto como única vía para mejorar las privatizaciones y los proyectos de colaboración público-privada. Desde hace tres años, este mercado calienta motores y hace augurar una verdadera eclosión de proyectos en los que van a participar las constructoras españolas, líderes en la gestión privada de infraestructuras. La venta este año del aeropuerto Midway de Chicago se presenta ahora como la primera de una larga lista en la que también figura la privatización de carreteras en New Jersey, Ohio, Colorado y Pennsylvania. A estos proyectos se unen los de nueva construcción en Texas, Oregón, Florida y Alaska. Illinois es uno de los estados más activos. Como última muestra, Chicago ya vendió el año pasado sus aparcamientos a Morgan Stanley por 600 millones de dólares.

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