Bank of America ahorra por ti
Redondea al alza los pequeños gastos y lo ingresa en las cuentas
Bank of America ha reinventado un clásico en el ahorro doméstico. La entidad propone a sus clientes quedarse con las vueltas de la compra y ponerlas a buen recaudo. El objetivo es doble: atraer clientes y animar a los estadounidenses a aprobar una asignatura pendiente, la escasez de ahorro.
La táctica utilizada por Bank of America es el conocido como Keep the change ('Quédese con el cambio'), un producto financiero al que se pueden adherir los clientes del banco que tengan una tarjeta de débito y una cuenta de ahorros, además de la corriente.
Cada cargo es redondeado al alza hasta el siguiente dólar por la entidad que ingresa automáticamente este dinero en la cuenta de ahorros del usuario. Es decir, si un café cuesta 1,75 dólares, Bank of America cargará 25 centavos más, y los depositará en la cuenta que viene a convertirse en un especie de hucha electrónica. El café sale por dos dólares, la cantidad en efectivo con la que normalmente se habría pagado el gasto, pero las vueltas habrían ido a parar directamente al bolsillo.
Para animar a los clientes a sisarse a sí mismos los cambios, Bank of America regala durante los tres primeros meses a los que se adhieran al programa el mismo importe que se haya ingresado en la cuenta de ahorros. Tras este periodo de prueba, la entidad se compromete a algo menos, al remunerar con un 5% lo que se ahorre anualmente, con un límite de 250 dólares.
Este producto financiero, que está pendiente de ser patentado, se lanzó a finales de 2005 y ya tiene algo más de 3,5 millones de seguidores. La portavoz de Bank of America, Diane Wagner, asegura que además están animando a los estadounidenses a ser más conscientes de la importancia del ahorro a través de los pequeños gastos. Es algo necesario en un país en el que desde el segundo trimestre de 2005, y de forma ininterrumpida, está ocurriendo algo que sólo había pasado en los años treinta. En 2006, según las últimas cifras del departamento de Comercio, la tasa de ahorro de Estados Unidos fue negativa por segundo ejercicio consecutivo, al situarse en el -1%, la más baja desde 1933, los años de la Gran Depresión.
Wagner explica que el banco había notado como muchos de sus clientes, especialmente mujeres, redondeaban al alza sus compras para facilitar la contabilidad doméstica. Además, cuando se empezó a investigar el comportamiento de los usuarios muchos afirmaron que estarían interesados en una forma inteligente y poco 'dolorosa' de ahorrar. Con estas pistas, la entidad terminó de diseñar este programa para ponerlo en marcha a finales de 2005. 'La gente trata de ahorrar cuando quiere hacer frente a algún gasto grande, pero no en las pequeñas cosas diarias. El objetivo del programa no es lo primero, ni la creación de patrimonio a largo plazo, sólo se trata de crear una hucha electrónica y una práctica diaria de ahorro', explica Wagner.