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Crónica de Manhattan
Crónica
Texto informativo con interpretación

Las vísperas de 2008

Es inevitable: 2007 solo va a ser la víspera de 2008. La observación es una obviedad, pero para este año, en lo tocante a la política, la expresión es literal, sobre todo en los pasillos de Washington. En EE UU ya se tiene la vista puesta en noviembre de 2008, las elecciones presidenciales en las que tras ocho años cambiará el Gobierno y puede que el color en la Casa Blanca.

Va a ser una larga víspera pero en 2007 ya se conocerán y barajarán nombres para primarias y será el momento de formar equipos y sondear a posibles donantes.

Hoy, la lista de quienes sopesan la posibilidad de ser candidatos es corta y oficiosa ya que pocos han dicho que se presentan. Es breve porque en ella hay pesos pesados y como decía el senador Evan Bayh, es difícil saber quien será el David que puede derrotar a los Goliat en los que todos piensan.

Dos de estos Goliat representarían un cambio histórico. Son dos demócratas: Hillary Clinton y Barack Obama. Una mujer y un afro americano. Si uno de ellos gana acabará una historia presidencial dominada por hombres blancos. Hoy los dos gozan de vientos favorables por el buen momento del partido demócrata y porque según The Wall Street Journal ocho de cada diez ciudadanos está entre 'cómodo' y 'entusiasmado' con una mujer o un afro americano en la carrera por la presidencia.

Clinton es una candidata fuerte aunque ahora está en las encuestas por debajo de otros compañeros que barajan presentarse como Obama, o ya han dicho que lo harán como el gobernador de Iowa, Tom Vilsack, o John Edwards quien perdió su oportunidad de ser vicepresidente en 2004. Aún pueden salir otros nombres ¿Kerry? ¿Biden? ¿Gore?

Clinton crea muchas pasiones cruzadas, pero nadie le discute ni su inteligencia ni su instinto. Eso si, muchos la votarán solo por ver a su marido, Bill, en la Casa Blanca. Muchos no lo harán por la fuerza del lobby anti-Clinton.

El otro gran favorito, y competencia para Clinton, es Obama, de 46 años, que llegó al Senado en 2004. Es tan nuevo que nadie tiene nada malo que decir de él, salvo su inexperiencia. Con una oratoria envidiable, explica que para ser presidente lo esencial es tener buen juicio y un buen equipo. El senador, contrario a la guerra, explica que la experimentada administración Bush no se ha revelado como un activo. Habla de acabar con la polarización y de cambio generacional.

Del lado contrario también hay Goliat y dos han abierto ya comités exploratorios. Son John McCain, que se enfrentó en primarias contra George Bush, y el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.

Apartado de la vida pública, Giuliani ha visto perder parte del carisma que le llevó a ser el 'alcalde de EE UU' tras el 11S, pero hay tiempo para dar la vuelta y presentar la imagen renovada y amable mostrada tras los atentados.

McCain es uno de los más moderados republicanos, con fama de honesto y de los que más se ha enfrentado a Bush desde el Senado. En su contra juega que ha pedido más tropas para Irak y su edad. Pero sería una apuesta fuerte de un partido que sabe que ha quemado a sus extremistas. De hecho, una de las posibles candidatas, Condoleezza Rice, tiene pocas posibilidades.

Ella repite que no se presentará y menos cuando los ciudadanos dicen que votarían antes a un homosexual que a un miembro del gabinete de Bush.

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