Las opas baten el año récord de la burbuja tecnológica
El bajoprecio del dinero y la búsqueda de tamañopor parte de las cúpulas directivas espolean la concentración empresarial, con Endesa y Arcelor como dos de las §estrellas§
Los directivos de las empresas de todo el mundo decidieron lanzarse a por todas durante el pasado ejercicio. El bajo precio del dinero, la búsqueda de un mayor tamaño para las empresas, la actividad del capital riesgo y, por qué no, la ambición de los directivos, han llevado los intentos de absorciones y las fusiones empresariales amáximos históricos, muy por encima del anterior booma principios de siglo. El volumen global de estas operaciones superará este año los 3,9 billones de dólares (2,9 billones de euros al cambio registrado el viernes) lo que pulveriza el récord registrado de 2000, cuando la burbuja tecnológica, propiciada por la explosión de internet, condujo a las compañías a un ritmo frenético de adquisiciones. Así lo asegura la consultora Dealogic en un informe reciente. A diferencia de aquella burbuja,en la que el sector informático y tecnológico concentraron lamayor atención, el año pasado concluyó con concentraciones en una amplia variedad de actividades, entre ellas las de la energía, el acero o el de los mercados bursátiles. Algunas de las operaciones más sonadas fueron las de Gaz de France y Suez; Arcelor y Mittal; AlcatelyLucent, o ladeEuronext y la Bolsa de Nueva York. æpermil;sta no es la única diferencia con lo sucedido a principios de siglo. La tendencia actual vamás dirigida a la concentración sectorial que a la pugna por internet, que condujo a espectaculares operaciones, como la de 140.000 millones de dólares con la que se cerró la fusión entre AOL y TimeWarner. La fusión más importante de 2006, también en el sector de las telecomunicaciones, fue la que puede unir Bellsouth con AT&T, valorada en 83.000 millones de dólares (64.000 millones de euros). Eso, sin contar la estruendosa entrada del ladrillo en el sector eléctrico español.
El mercado europeo, protagonista
Europa ha sido la gran protagonista. De los 2,96 billones totales, 1,16 billones se destinaron a comprar empresas europeas, cifra que supera los que se destinaron a compañías estadounidenses y los 289.600 millones a asiáticas. Las cifras de Europa incluyen la opa de Eon sobre Endesa, que Dealogic valora en 50.185 millones y que se sitúa en el segundo puesto del ranking total, sólo superada por la de AT&T sobre Bellsouth. La tercera posición la ocupa la opa de Gaz de France y Suez, valorada en 32.687 millones. Le sigue la pugna que mantuvieron Arcelor yMittal, y que se saldó con la absorción de la primera por la segunda por un importe total de 30.013 millones. El volumen de operaciones que tuvieron como objetivo una compañía española ascendió a 184.079 millones de euros, el 6,2% del total europeo. Esta actividad no sólo repercute en el accionariado y el número de empresas en el mercado. También engorda las cifra de ingresos de la banca. En primer lugar, por las comisiones por el asesoramiento, partida que ascendió en 2006 a 14.270 millones, desde los 13.054 del ejercicio anterior. Además, se beneficia de los préstamos para afrontar las compras, que el año pasado subió a 198.402 millones. La cuestión es saber si durará la racha en 2007. Hay opiniones para todos los gustos. Según una encuesta realizada por la compañía Robert Half entre más de 1.400 directores financieros, el 65% no espera que se produzcan grandes variaciones, aunque un 27%apoya la tesis de que todavía haymargen para nuevas operaciones. æpermil;sta última es la opiniónmayoritaria. La elevada liquidez, la estabilidad del mercado crediticio y el impulso del capital riesgo parecen garantizar otro año de compras. Standard&Poor§s, eso sí, advierte que el reñido mercado obligará a pagarmayores primas para tomar el control y más esfuerzo para obtener retornos. Morgan Stanley atribuye al capital riesgo el mayor protagonismo.
Resistencia de las empresas, rechazo de los Gobiernos
Las prácticas empresariales chocaron en 2006 con la dura resistencia de las empresas opadas como la de los Gobiernos de sus países de origen. En el primer caso, las operaciones actuales se caracterizan por una mayor complejidad y duración en el tiempo (la batalla por Endesa se dilata ya por espacio de 15 meses). Y es que las empresas opadasoponen una resistencia creciente. El objetivo para esta resistencia puede deberse tanto a medidas de defensa de intereses industriales como a querer obtener una mayor revalorización. Por otro lado, la reticencia de los Gobiernos a vender empresas con función estratégica ha aumentado, en un entorno de mayores movimientos transnacionales en Europa y de ampliación del marco regulador. El caso de Endesa y de Autostrade en Italia fueron dos de los más significativos.