El 'niet' energético ruso
Si hay una palabra que resuma 2006 para la industria energética global, esa palabra es niet no, en ruso. El año empezó con el corte de suministro de gas a Ucrania por Gazprom, el gigante energético estatal ruso. En diciembre, Royal Dutch Shell ya entendía que los contratos legales en Rusia importan lo que importan cuando el Kremlin dice no.
Al auge de las llamadas compañías petroleras nacionales (NCO) le ha acompañado el sonido de portazos, principalmente en la cara de las energéticas tradicionales (...). También se acelera la concentración en el sector petrolero. Anteayer Statoil y Norsk Hydro, dos NCO noruegas, anunciaron su fusión (...).
Las fusiones de petroleras no crean nuevas reservas, pero aportan diversificación. El año que viene parece que los precios del crudo dejarán de crecer. Esto, junto a la continua inflación de coste de la industria petrolera, presionará los márgenes y los precios de las acciones. A las grandes empresas establecidas ya se las está mirando por encima del hombro. La capitalización bursátil de Petrochina sobrepasó recientemente las de Shell y BP juntas (...). A largo plazo, la localización de las reservas hace que estrechar las relaciones con las NOC sea una estrategia inevitable (...). De momento, darse el sí supone una opción más apetecible.