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Informe

Ferrovial afronta una investigación que amenaza con romper el monopolio de BAA

Ferrovial recibió ayer sin sorpresa lo que tenía visos de confirmarse: las autoridades británicas de Competencia abrirán una investigación sobre el monopolio de BAA en aeropuertos, en manos de la constructora española desde julio. El informe puede acabar con la venta o segregación de alguno de ellos. Es lo que propone el organismo de defensa de los consumidores. Mientras, las aerolíneas aplauden la medida.

La amenaza que lanzaron las autoridades británicas antes de que Ferrovial comprase British Airports Authority (BAA) se cumplió ayer. La Office of Fair Trading (oficina británica de regulación de la competencia) confirmó que remitirá a la Comisión de Competencia el informe realizado sobre el monopolio de BAA para que abra una investigación en detalle.

La OFT, ente sin equivalencia exacta en el mercado español, justifica su decisión en el informe porque ha encontrado una 'evidencia de calidad pobre en el servicio y altas cargas', como los importantes planes de inversión de BAA (13.800 millones en 10 años), que han elevado el nivel de preocupación de los usuarios de los aeropuertos, afirma John Fingleton, responsable de la OFT en un comunicado. Y añade que 'hay signos de un mercado que no funciona bien para los consumidores', por lo que ve argumentado que la Competition Commission lo analice en profundidad.

Como solución para acabar con la posición dominante de BAA, la OFT señala que los aeropuertos que el primer grupo mundial en este sector tiene en el sureste de Inglaterra (los londinenses Heathrow, Gatwick y Stansted y Southampton) podrían tener diferentes dueños. Ahora el grupo controla el 90% de los pasajes. Apunta también que las inversiones previstas en esos aeródromos pueden tener un coste en el servicio a los pasajeros.

Periodo de consultas

Mientras, en los aeropuertos de Escocia (Edimburgo, Glasgow y Aberdeen) BAA controla el 80% de los vuelos y, a pesar de no tener precios regulados, las tasas a las aerolíneas son mayores que en Stansted y Gatwick. Glasgow tiene, además, el mayor descenso de tarifas de los aeródromos escoceses. Con estos datos, la OFT apela a una mayor competencia y puntualiza que la conclusión es provisional.

Ahora se abre un periodo de consultas que dura hasta el próximo 8 de febrero. La filial de Ferrovial enviará sus alegaciones.

Ayer no tardó en reaccionar defendiendo que no es culpable de la calidad del servicio y lanzó un avance de lo que pueden ser sus propuestas. 'El problema principal en el Reino Unido es la falta de capacidad, tanto de terminales como de pistas en el sureste de Inglaterra lo que crea retrasos y congestión', afirmó Stephen Nelson, consejero delegado de BAA nombrado por Ferrovial. Y esto 'no surge por la estructura de BAA' sino por 'las complejas leyes británicas sobre planificación territorial, el sistema complejo de reglamentos y la asignación inflexible de los permisos de vuelo'. A su juicio, algunas aerolíneas, como British Airways 'quieren debilitar BAA' para obtener un 'mayor control sobre los precios y las inversiones'.

Ferrovial no quiso hacer comentarios al respecto. Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía apuntaron que esta inspección ya la ha sufrido BAA periódicamente. Ayer la compañía que controla la familia del Pino cayó en Bolsa un 1,33%.

En el extremo opuesto, las compañías aéreas aplaudieron ayer la decisión de la OFT. British Airways y las líneas de bajo coste Ryanair e Easyjet ya habían reclamado la segregación de BAA. 'Lo que necesitamos es inversión mucho más eficiente' y servicios que 'las aerolíneas y los pasajeros demanden, a un coste mucho más bajo', dijo ayer a Bloomberg Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair.

Una venta de activos positiva y con plusvalías

Deshacerse de uno (o varios) de los aeropuertos británicos que gestiona BAA no parece un problema para Ferrovial. Cualquier venta de activos producirá plusvalías que servirán para reducir la deuda generada por la compra del número uno británico, según fuentes próximas del sector.En este diagnóstico coinciden los analistas. Algunos apuntan que la compañía presidida por Rafael del Pino podría lograr una prima del entorno del 15% en la venta de alguno de los aeropuertos. La Bolsa, sin embargo, no recoge de momento esta lectura.En las quinielas aparece Gatwick, el segundo aeródromo de Londres, como candidato a tener nuevo dueño. El próximo año podría valer 1.500 millones de libras (2.200 millones de euros). La adquisición de BAA costó 15.000 millones y Ferrovial aportó el 61%, el peso que tiene en el consorcio que comparte con el fondo GIC del Gobierno de Singapur y Caisse du Québec. Esto disparó la deuda del grupo hasta 30.000 millones.Ferrovial afronta ahora una intensa fase de negociaciones con las autoridades británicas. Al expediente de Competencia, se une la fase de consultas con el regulador de aeropuertos para implantar las nuevas tarifas que ya ha comenzado y durará hasta marzo de 2008. De momento, el grupo de construcción y servicios ha rechazado de plano el primer borrador.

Más de un año

¦bull; El trámite que se abre desde que la Comisión de Competencia británica asuma el expediente de BAA puede tardar casi dos años, según apuntan fuentes del sector. Antes estará en vigor el nuevo marco de tasas que se cargan a las aerolíneas.

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