La venta de bonos basura alcanza la cifra récord de 123.000 millones en EE UU
La bonanza empresarial estadounidense hace pensar a los analistas que el próximo año el nivel de suspensión de pagos se mantendrá cerca de mínimos históricos. Mientras, los bonos basura están en pleno auge.
JPMorgan y Morgan Stanley dicen que es momento de comprar bonos basura. Mientras, UBS cree que lo mejor podría haber pasado después de que este tipo de activo haya tenido un rendimiento del 10,8% este año, cuatro veces más que en el 2005.
Al margen de quién tengan razón, lo cierto es que los analistas de las mayores firmas de Bolsa coinciden en que las suspensiones de pagos se mantendrán cerca de mínimos históricos en 2007 debido a que las ganancias de las empresas estadounidenses han sido extraordinarias.
Los beneficios corporativos representó el 12,4% de la economía estadounidense el trimestre pasado, el nivel más elevado en 56 años, según confirmó días pasados el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
La deuda calificada con menos de BBB- por Standard & Poor's y Baa3 por Moody's se considera como de grado de no inversión. Los bonos basura en circulación se han duplicado a 900.000 millones de dólares (677.000 millones de euros) desde 1998, según estimaciones de Merrill Lynch.
En 2006 se ha vendido la cantidad récord de 123.000 millones de euros, lo que hace pensar a los expertos que los prestatarios con más necesidad podrían no tener problemas para recaudar dinero en el próximo ejercicio. Sólo 1,8% de las empresas ha caído en impago en los últimos 12 meses, frente al 2,6% en el 2005.
'Soy bastante optimista de cara al futuro'', dice Michael Collins, de Prudential Investment Management en Newark, Nueva Jersey. 'En líneas generales, los fundamentales siguen siendo muy fuertes''.
Brian Arsenault, de Morgan Stanley, quien predijo que los bonos de alto rendimiento rendirían sobre un 2%, y Peter Acciavatti, de JPMorgan, quien anticipaba un 3 % de subida, ahora exhortan a los inversores a comprar.
La demanda de este tipo de activos ha sido tan elevada que empresas como Goodyear, el mayor fabricante de neumáticos de Estados Unidos, pudo vender bonos por 752 millones de euros el mes pasado, seis semanas después de que 15.000 trabajadores del sindicato United Steelworkers of America abandonaran sus puestos.