El motor de las fusiones
Los movimientos corporativos se suceden en los mercados y se acercan a cotas no alcanzadas desde los tiempos de la burbuja tecnológica. De hecho, las fusiones y adquisiciones han igualado ya el récord de 2000 al mover 1,2 billones de euros en Europa en lo que va de año. El dinamismo corporativo viene motivado por varios factores, como el barato precio del dinero, las facilidades de financiación derivadas de la elevada liquidez, el creciente papel protagonista de las empresas de capital riesgo, la irrupción de los fondos de inversión libre o hedge funds, así como por la necesidad de las empresas de ganar tamaño para conseguir economías de escala y así mantener el ritmo actual de crecimiento de beneficios. Todos estos factores siguen estando encima de la mesa, lo cual permite aventurar que habrá más movimientos en los próximos meses, según los expertos.
De momento, en lo que va de año el tamaño de las fusiones y adquisiciones en Europa supone ya el 10,5% de la capitalización de mercado, por encima del 6,8% de media histórica. Y todavía queda recorrido para que se aproxime aún más al máximo del 15% de 1999.
Europa es campo abonado para consolidar esa tendencia. La lenta configuración de un verdadero mercado único alienta un proceso incipiente de concentración empresarial en diversas ramas de actividad. Los sectores de la construcción, la energía, los servicios o la industria alimentaria se ven sacudidos cada día con noticias en este sentido. El proceso podría verse obstaculizado, eso sí, si la subida de los tipos de interés continúa a lo largo de 2007, algo que no parece demasiado probable, o si la recuperación de la economía de la zona euro se detiene.
Esta consolidación empresarial, sana y conveniente en sí misma, genera algunas amenazas para el sistema. Una estrategia de compra demasiado agresiva por parte de las empresas, plasmada en precios muy elevados o en un apalancamiento desmesurado, podría minar los fundamentos del sistema y provocar otra brusca corrección en los mercados.