_
_
_
_
A fondo

ACS desecha una fusión energética con Repsol

El mapa de la energía está configurándose y a los nuevos jugadores les hace falta tiempo para consolidar sus planes. Uno de los grupos más activos, ACS, sigue centrado en dar impulso a su confesado proyecto de fusionar Iberdrola, en la que tomó el 10% el pasado 28 de septiembre, con su participada Unión Fenosa, en la que también es primer accionista, con el 35%.

Una vez que se despeje el camino normativo para la fusión cobra más sentido la opción de conformar un grupo nacional aún mayor con capital blindado.

De fondo, figura el temor a que una empresa más otra empresa sigan sumando una en el sector energético (parafraseando la reivindicación de Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola) y ello a pesar de que el proyecto de ley de Defensa de la Competencia pueda recoger unos cambios clave. Consisten, básicamente, en una modificación de los criterios para estudiar las operaciones de concentración.

La fusión entre Iberdrola y Fenosa tiene la vía abierta a incorporar a Gas Natural, pero no a una petrolera

Las compañías no tienen aún la total seguridad de que la carta legislativa vaya a salir bien. 'No hay que fiarse de los políticos', aseveraba no hace mucho un alto ejecutivo de una constructora. Aunque el esperado cambio legislativo beneficiaría no sólo a ACS para el tándem Iberdrola-Fenosa, sino también futuras concentraciones que están barajando las cúpulas de los nuevos y antiguos dueños de los grupos de energía, coinciden los expertos.

Esas potenciales operaciones constituyen el principal atractivo y, de hecho, son las que han empujado a Acciona, ACS y Sacyr Vallehermoso a convertirse en primeros accionistas de Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa y Repsol, respectivamente.

En el caso de Iberdrola-Fenosa, las eléctricas en la órbita de ACS, mientras se fragua la fusión, queda abierta la vía a incorporar una nueva pata que potenciara el grupo resultante, la primera eléctrica del país por delante de Endesa. En este sentido, la constructora que controlan la familia de banqueros March, los Albertos y Florentino Pérez tiene claro que no quiere a la petrolera Repsol en su fusión. Sacyr acaba de convertirse en segundo accionista con un 9,24% tras La Caixa y aspira a llegar al 15%.

'Nunca, ni antes ni ahora, ha habido ningún planteamiento con Repsol y Sacyr y tampoco conversaciones con ésta', han declarado fuentes del primer grupo de construcción y servicios del país. No ven a Sacyr como socio energético en una futura fusión para crear un gran conglomerado.

La pata petrolera no es la que la falta a una fusión de eléctricas y tampoco al frente abierto en Endesa, según varios analistas consultados. La complementariedad y las sinergias se darían con una gasística sobre todo por el potencial en las centrales de ciclo combinado a gas. Repsol, además, ha asegurado que Gas Natural encaja en cualquier combinación empresarial, como Endesa-Acciona o Iberdrola-Fenosa.

Pero el mercado aún cree que no decidirá hasta que se aclaren algunas de las muchas incógnitas que aún quedan en el escenario.

En esta elección, La Caixa tiene la llave como primer accionista del grupo de gas. Sigue con su viejo proyecto de impulsar un gran grupo de energía, según fuentes de la entidad. Y los intereses en Gas Natural son los que más sólidos frutos pueden dar. Además, procuran una influencia directa en la distribución del gas a través de la ligazón que todavía tiene Gas Natural en el gestor de la red, Enagás.

De acuerdo con otras fuentes, en el marco de su decisión de reducir su cartera industrial, la caja ha señalado como empresas intocables a Abertis, Gas Natural, Telefónica, pero no a Repsol. Su vocación es poder estar en un sector regulado y seguro como el de los servicios, alejado de los riesgos del petróleo.

La entidad que preside Ricardo Fornesa rechazó la semana pasada oficialmente que vaya a desinvertir en la petrolera. Los expertos del sector energético lo leen de otra forma: no es el momento adecuado.

Antes de dar más pasos en firme, los nuevos actores de la energía esperan a ver cómo se resuelven los posibles cambios legales que han solicitado. De momento, el trámite parlamentario continúa su avance y, según fuentes implicadas en una de las operaciones, parece que los partidos están recibiendo 'bien' las propuestas de modificación.

Mientras, el sector espera la entrada en energía de la única constructora con capacidad financiera (aparte de Ferrovial, que prefiere centrarse en los aeropuertos británicos) que aún no se ha revelado como jugador en esta partida; FCC

La opción de que el Santander le venda su paquete en Cepsa le deja con la pieza más pequeña y aparentemente menos apetecible dado que la compartiría con un socio difícil (la francesa Total) y parte del mercado no entendería el encaje estratégico (como le ha pasado a Sacyr con Repsol). La compañía de Esther Koplowitz niega oficialmente la operación, que sólo tendría sentido si la petrolera sirve como moneda de cambio para otra operación de mayor calado.

Archivado En

_
_