El IESE inaugura un nuevo campus en Barcelona
Después de la ampliación del campus de Madrid, llega el turno al de Barcelona. Con una inversión de 36 millones de euros y una superficie de unos 30.000 metros cuadrados, el IESE acaba de finalizar la ampliación de su principal centro de estudios de posgrado, desde donde imparte el tradicional MBA, el Executive Education y otros programas de desarrollo directivo.
La mayor parte de la inversión, 19,5 millones de euros, ha sido costeada por 60 empresas, entre ellas Abertis, Accenture, Cuatrecasas, Gas Natural, Caixa Catalunya, Deutsche Bank, Codorniu, Novartis, Panrico, Grupo Agbar y Danone. La aportación del IESE asciende a 13 millones de euros. Y los 3,5 millones restantes se cubrirán con aportaciones personales de antiguos alumnos, de los que quedan por cubrir 1,6 millones de euros y que está previsto se cubran en los próximos meses. En agradecimiento a esta contribución económica, el auditorio, las aulas y las salas de trabajo llevan el nombre de las empresas y los antiguos alumnos que han colaborado en este proyecto.
El nuevo edificio, situado en el elegante barrio de Pedralbes y con unas impresionantes vistas sobre la ciudad de Barcelona, es obra del estudio de arquitectura de Josep Ribas, y tiene destinados 14.000 metros cuadrados a instalaciones académicas, y 15.500 metros a zona de aparcamiento y servicios. Cuenta además con un auditorio con capacidad para 700 personas, siete aulas para 70 personas, 30 salas de trabajo, despachos para profesores, un vestíbulo de 750 metros cuadrados, comedor y cafetería para 300 comensales y 280 plazas de aparcamiento. Las aulas y el auditorio tienen forma de semicírculo para facilitar la proximidad entre el profesor y los alumnos.
El diseño de su interior combina un estilo funcional y clásico a partir de materiales como el cristal, mármol, piedra, madera y aluminio, que invitarán al alumno, en palabras del director general de la institución, Jordi Canals, 'a concentrarse, reflexionar, aprender y compartir'. Canals aseguró también que con estas nuevas instalaciones, la escuela de negocios no pretende incrementar ni masificar su actividad. 'No queremos ser una fábrica. Podríamos crecer en volumen, pero no pretendemos ofrecer más programas de los que ya ofrecemos. Queremos seguir haciendo lo que ya sabemos hacer', matizó. Y aclaró que no existe ninguna presión dentro del centro por rentabilizar este nuevo edificio.
'Nuestro crecimiento seguirá siendo de forma natural', dijo. La institución no pretende descuidar su verdadera seña de identidad, la investigación e innovación, 'el verdadero combustible de la escuela' -agregó- y la atracción de profesores y alumnos. Por su parte, el director asociado del IESE, Eric Weber, señaló que el nuevo edificio será un desahogo para las actividades ordinarias del centro.