Catastro y mercado
Este año, el Catastro ha actualizado el valor de un millón de fincas urbanas, y en 2007 revisará, por supuesto al alza, los valores de otros 2,7 millones. Este mecanismo permite a Hacienda corregir el diferencial a veces escandaloso existente entre las valoraciones que hace el mercado de los inmuebles y las que sirven para determinar los impuestos.
Desde luego, la oferta ha sido la parte más beneficiada del boom inmobiliario. Pero el fisco tampoco ha salido malparado. La elevada cantidad de compraventas a crecientes precios ha sacado renovado brillo a las arcas de comunidades autónomas (transacciones patrimoniales), ayuntamientos (plusvalías) y Hacienda. Tiene lógica que los impuestos se paguen sobre el valor real de las cosas. Pero una actualización absoluta del valor catastral debe ir acompañada de una bajada sustancial de los tipos, tanto de IBI como de transmisiones patrimoniales para mantener la presión fiscal.