La corrupción sigue gozando de impunidad en Bulgaria
Ampliación de la Unión Europea. Bruselas intenta resaltar la oportunidad económica de la sexta ampliación de la UE, pero el ingreso de Rumanía y Bulgaria el próximo 1 de enero causa pavor entre los socios veteranos. Inmigración y corrupción son los fantasmas más temidos
Veterinarios, recaudadores de impuestos, guardias de tráfico, agentes de aduana... La lista búlgara de profesiones que con demasiada frecuencia caen en el chantaje o el soborno cubre la mayor parte del mercado laboral. Y las tasas de corrupción, según Bruselas, pueden ser especialmente alarmantes cuando una actividad se desarrolla próxima a la frontera de Bulgaria con sus países vecinos.
Más de 600 kilómetros de esa línea imaginaria, al norte con Rumanía y al sur con Grecia, pasarán a ser territorio interno de la UE el próximo 1 de enero. La Comisión Europea ha pedido al Gobierno de Sofía que con vistas a ese ingreso 'revise el funcionamiento de los puestos fronterizos para mejorar su eficacia y acelerar los trámites'. Bruselas también reclama campañas de concienciación para los camioneros y conductores en general que atraviesen frecuentemente esas fronteras.
La corrupción en el puesto de aduanas quizá sea sólo el fleco de un agujero negro con el epicentro en Sofía. 'Todavía hay muy pocas investigaciones o condenas de figuras de alto nivel', critica la Comisión Europea en el informe del pasado martes que tendió la alfombra para el ingreso de Bulgaria en la Unión Europea. Si los políticos corruptos continúan impunes otro tanto ocurre, según la CE 'con los magistrados con una conducta supuestamente carente de ética'.
El país balcánico, que durante su pertenencia al bloque soviético se ganó fama como centro de espionaje y tráfico de influencias, sirve de escenario ahora, en vísperas de su ingreso en la UE, al crimen organizado y los asesinatos por encargo. En ambos casos, advierte la Comisión, 'las investigaciones pocas veces tienen éxito o terminan en una inculpación'. El problema no obedece tanto, según Bruselas, a la falta de legislación, que se ha ido adaptando progresivamente a la normativa europea, como a su escasa aplicación.
La aparente falta de control convierte a Bulgaria también 'en un país de tránsito y origen en el tráfico de seres humanos'. Hasta el punto de que este comercio, según la CE, incluye a recién nacidos cuyas madres han cruzado la frontera sólo para parir.
Bulgaria, mientras tanto, ha hecho algunos avances legales en el combate contra el blanqueo de dinero. Pero Bruselas reconoce que 'todavía tiene que demostrar su capacidad para lograr resultados tangibles en ese terreno'.
Los escasos resultados de Bulgaria en su lucha contra la corrupción coinciden con un prolongado periodo de crecimiento económico. Su mercado bursátil creció un 35% en 2005, el crédito hipotecario casi se dobló y el Banco Nacional de Bulgaria tuvo que endurecer las condiciones de solvencia para contener el crédito al sector empresarial. Sofía incluso se ha marcado ya el año 2009 o 2010 como objetivo para ingresar en la zona euro. Quizá para entonces la CE exija que haya acabado con la corrupción.
La UE fuerza el cierre de los 'chernobiles'
Entre las áreas en las que Bulgaria deberá 'continuar con los esfuerzos' después de su ingreso en la UE figura, según el informe de la Comisión Europea, la de 'energía y seguridad nuclear'. Sofía tiene pendiente, en concreto, el cierre y desmantelamiento de cuatro reactores en la central de Kozloduy, a orillas del Danubio. Su construcción, con tecnología soviética similar a la de Chernobyl, data de los años setenta.