Los vinos de Jerez triunfan en Japón
Lo español está de moda en Japón y la afición de los nipones por las raíces culturales ibéricas va más allá del baile flamenco y el cante jondo. De hecho, esta pasada semana, un grupo de nueve japoneses se desplazó a Jerez de la Frontera para participar en labores de vendimia de la uva con la que se elabora la manzanilla Pastrana, un caldo de producción muy limitada de la Bodega Hidalgo-La Gitana de Sanlúcar de Barrameda. Estos apasionados aficionados de los caldos gaditanos pertenecen al Sherry Club de Tokio, un conocido establecimiento de la capital nipona que ha entrado en el libro Guiness de los récords por ser el local con la mayor variedad de vinos de Jerez y Manzanilla del planeta, con 227 referencias distintas.
'Este grupo, donde están varios empleados y el gerente del Sherry Club, ha venido a España con el objetivo primordial de asistir a la vendimia de uva pastrana, lo que demuestra el interés de estas personas por nuestros vinos y, en concreto, lo especializados que están en los caldos del Marco de Jerez', destaca Eduardo Lacave, director de marketing de la Bodega Hidalgo-La Gitana. De hecho, los visitantes continuaron la ruta haciendo escalas en otras zonas vinícolas españolas. 'Su pasión por estos vinos lo demuestra que el establecimiento que tienen en Tokio cuenta con más botellas que cualquier bar o restaurante de la zona', apunta Lacave. Asimismo, una de las cosas que más impactó a los bodegueros jerezanos fue la habilidad a la hora de venenciar el vino para catarlo, 'igual que cualquier venenciador de la zona', subraya el director de marketing de la Bodega Hidalgo-La Gitana.
En concreto, los japoneses tenían especial interés en la uva pastrana, que es palomino, pero que pertenece a una viña determinada y cuya manzanilla cuenta con una crianza de diez u once años, siete más que La Gitana, que es la marca estrella de esta bodega sanluqueña. 'Llega a ser un vino viejo por denominación', señala Lacave. Esta manzanilla es una de las que más triunfa en el Sherry Club de Tokio, que este año cumple su vigésimo aniversario. De hecho, esta efeméride ha sido una de las 'excusas' de sus miembros para visitar Jerez.
El Sherry Club se encuentra en el corazón de la capital nipona, en el barrio exclusivo de Ginza, donde la creadora del club, Michiko Takahashi, decidió montar este peculiar negocio hace 20 años. Su pasión por los caldos del marco de Jerez se debe a una visita que realizó hace 25 años a Andalucía, donde se enamoró del flamenco y de los vinos típicos de la zona. Al principio, su idea no contó con mucha aceptación entre el público japonés y, de hecho, durante los diez primeros años el negocio fue deficitario, aunque la dueña decidió mantenerlo por afición. Incluso tuvo que luchar en sus inicios para que el establecimiento no fuera confundido con un local de alterne por incluir la palabra 'club' en su nombre.
En la actualidad, es uno de los lugares indispensables para los amantes del buen vino de Tokio y cada día gana más adeptos. Las guías recomiendan sus tapas.