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Inversión

La debilidad del dólar impulsará otro 'rally' del oro

El oro es quizás uno de los activos más volátiles que existen, lo cual hace extraordinariamente difícil prever su comportamiento. Más aún cuando las fuerzas que influyen sobre el mismo son muchas y asiduamente contradictorias.

A comienzos de mayo de este año, el precio del lingote de oro alcanzó su nivel más alto en 26 años, 714,8 dólares, después de varias jornadas de abruptas subidas. Este repunte coincidía con el comienzo del desplome bursátil más reciente después de que la Reserva Federal estadounidense advirtiera de los riesgos inflacionistas presentes en el mercado y anunciara más subidas de tipos de las esperadas. Aquel máximo supone, hasta el momento, la culminación de un periodo de más de seis años a lo largo del cual el lingote se ha revalorizado un 150%.

Los inversores, tradicionalmente, han utilizado el oro como refugio frente a la inflación o en situaciones de tensión geopolítica y guerra. Pero el oro suele reaccionar también de manera inversa a como lo hace el dólar. Al mismo tiempo, las fuerzas de oferta y demanda propias del mercado del oro actúan sobre su precio como sucede con cualquier otro activo.

Muchos analistas opinan que el rally del oro no ha terminado. 'Para los próximos años hemos revisado agresivamente nuestras previsiones', apuntan en un amplio informe los expertos de HSBC. 'Creemos que el mayor interés especulativo, la debilidad del dólar y la preocupación sobre el entorno macroeconómico y geopolítica seguirán apuntalando del mercado del oro'.

La inflación, con el alza del precio del petróleo, ha sido el principal motor del oro en el último año. En este periodo, además, se ha producido un desacoplamiento entre el metal precioso y el dólar, cuya relación inversa parece ahora volver a su cauce. Mientras que en las últimas semanas se ha atenuado el temor inflacionista, el dólar parece que retoma las riendas del mercado. Y esa es una razón que los analistas esgrimen para apostar por el alza del oro: la debilidad que se espera del dólar para que la economía estadounidense pueda hacer frente al elevado déficit por cuenta corriente que arrastra el país.

'Aunque la naciente inflación -alimentada parcialmente por precios del petróleo más elevados- ha sido uno de los temas que han atraído a los inversores en oro, creemos que la gran historia reside en el dólar', subrayan en HSBC, cuyos analistas sitúan el dólar en 1,35 unidades frente al euro para mediados de 2007, un 5% bajo los niveles actuales.

'Pensamos que la última fase alcista, en la que podemos estar entrando, va a producirse por el dólar', explica Javier Martínez, consejero de la gestora de patrimonios A&G. 'Muchos países están diversificando sus reservas en divisas y oro porque observan que EE UU va a apoyar un dólar débil.'

La inflación, factor clave

El dólar será el próximo motor del oro, pero hasta ahora lo era la inflación. Un estudio del World Gold Council (www.gold.org), una organización formada por las principales compañías mineras, concluye que la inflación es el principal motor del precio del oro en periodos largos de tiempo, al margen las desviaciones puntuales que por otras causas puedan afectarle. 'Un aumento del 1% en la inflación estadounidense eleva el precio del oro a largo plazo en un 1%', apunta el estudio, elaborado por Eric J, Lewin, analista de la universidad de Glasgow, y por Robert E. Wright, profesor de Económicas de la Universidad de Strathclyde, también en Glasgow. En su estudio, los profesores matizan que se tarda unos cinco años para el reajuste de la relación entre inflación y oro cuando se produce un shock a corto plazo.

Los conflictos geopolíticos, como el más reciente del Líbano, suelen provocar esos shocks puntuales, cuando los inversores buscan refugio en el oro. Sin embargo, las últimas tensiones no han llegado a afectar significativamente al lingote. 'El oro va a necesitar el apoyo de tendencias macroeconómicas de calado, porque el mercado tiende a estar inmunizado a los eventos geopolíticos a no ser que tengan un impacto claro sobre la economía', apunta HSBC.

Para Javier Martínez la clave es el sentimiento. 'Tiene que existir un sentimiento bajista generalizado para que los inversores hagan acopio de oro. Y ahora el sentimiento es muy optimista'. El dólar tiene la llave del mercado.

Factores que juegan en contra

La subida del precio del oro, como de otras materias primas, ha despertado el interés de los inversores, otro factor que genera más demanda y que apoya la subida de precios. A ello se unen factores macroeconómicos como la inflación y la debilidad del dólar. Pero hay factores que pueden limitar esa apreciación. Uno de ellos es la reciente volatilidad del mercado, que reduce los pedidos de los joyeros, los mayores demandantes de oro. La demanda, por su parte, cayó en el segundo trimestre un 16% debido a la alta volatilidad del precio. Los joyeros no compran si creen que la variación extrema de precio puede hacerles comprar más barato en otro momento.Otro riesgo es la esperada desaceleración económica, sinónimo de menor actividad y, por tanto, de menos tensiones en los precios. Si, como parece, la inflación estadounidense está bajo control y EE UU entra en una suave desaceleración, el oro podría verse presionado a la baja. Sin embargo, es probable que la depreciación del dólar y el acopio de oro por parte de los bancos centrales para diversificar sus reservas actúe como factor alcista de peso.

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