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Críticas

Medidas de seguridad "inconsistentes"

Las aerolíneas británicas Ryanair y British Airways, además de estudiar demandas contra el gestor del aeropuerto de Heathrow, BAA, y el Gobierno británico, han mostrado sus quejas contra las nuevas medidas de seguridad, impuestas tras el frustrado intento de atentado terrorista el pasado 10 de agosto, unas medidas que califican de 'inconsistentes'.

Ryanair ha sido una de las aerolíneas más afectadas por el intento de atentado en Heathrow y el posterior incremento de las medidas de seguridad en los aeropuertos británicos. Por eso, la aerolínea de bajo coste aseguró ayer que está barajando el inicio de acciones legales contra el Gobierno del Reino Unido que desemboquen en el fin de dichas medidas. En declaraciones al diario Financial Times, el director general de la compañía irlandesa, Michael O'Leary, afirma que hay que volver a tomar las mismas precauciones que existían antes, ya que 'eran perfectamente eficientes'. Ryanair denuncia además que BAA no ha facilitado el personal necesario para reforzar los puntos de seguridad del aeropuerto de Stansted.

British Airways también ha acusado al operador de aeropuertos de haber gestionado de forma 'mediocre' la situación. Por su parte, la IATA (International Air Transport Association) criticó ayer la falta de planes de emergencia en los aeropuertos de BAA, empresa propiedad del grupo Ferrovial, que deben incluir un plan de contingencia y ser más activos en caso de emergencias, mientras que el departamento de Transporte inglés calificó las medidas de 'apropiadas y proporcionadas'.

Otras aerolíneas estudian la posibilidad de iniciar acciones legales y pedir compensaciones, aunque esto será una vez que haya vuelto la normalidad aunque el Departamento de Transporte británico ya ha anunciado que el Gobierno no compensará a las aerolíneas.

S&P sitúa bajo vigilancia negativa la calificación de la deuda de BAA

Las aerolíneas consideran que las nuevas medidas carecen de consistencia, ya que tan sólo afectan a los vuelos con origen o escala en Reino Unido y a aquellos que aterrizan en EE UU. Por el contrario, aseguran, en otras rutas los pasajeros pueden acceder al avión sin problemas con su habitual equipaje de mano. Lo mismo ocurre con otros medios de transporte como el barco o el tren. De hecho, el Eurostar, el tren que a través del Eurotúnel une la isla británica con el continente, se está viendo beneficiado del aumento de controles en el transporte aéreo, ya que desde el jueves ha recibido 40.000 nuevas reservas y ha incrementado un 27% los pasajeros.

El diario británico The Times se unió ayer a las denuncias, calificando de incoherente la situación, ya que según asegura un potencial terrorista podría tomar un tren o barco con destino a Francia para allí tomar un avión de nuevo a Londres, sin haber sido objeto en ningún momento de los estrictos controles de seguridad de los aeropuertos británicos.

Por otro lado, el gestor de los principales aeropuertos británicos, BAA avisó ayer de retrasos en la mayoría de los vuelos, a pesar de la paulatina vuelta a la normalidad. En Heathrow un total de 35 vuelos fueron cancelados, de los que 34 llevaban la bandera de British Airways y uno de American Airlines. La aerolínea inglesa, que espera operar con normalidad a partir del viernes, suspendió 11 vuelos en el aeropuerto de Gatwick. Por contra, Ryanair y Easyjet operaron todos sus vuelos.

Con todo lo ocurrido, Heathrow corre el peligro de perder su posición como el aeropuerto más importante del mundo. Para JPMorgan, otros aeropuertos europeos podrían beneficiarse de esta pérdida de reputación ya que parte de los veintitrés millones de pasajeros que hacen escala en Heathrow podrían optar ahora por hacerlo en Fráncfort, París o Ámsterdam, evitando así las extremas medidas de seguridad y el riesgo de cancelaciones. Al respecto, Roger Wiltshire, secretario general de la Asociación de Transportes Aéreos Británicos, reclamó la creación de 'unas normas internacionales consistentes y creíbles' ya que los pasajeros quieren saber 'por qué están sujetos a normas de seguridad distintas a la salida y al regreso al país'.

Standard & Poor's mantiene bajo vigilancia con implicaciones negativas las calificaciones de BAA, aunque considera que el impacto de los altercados será limitado en el corto plazo.

Desviado un vuelo a Boston por una pasajera con ansiedad

El vuelo 923 de United Airlines que cubría la ruta de Londres a Washington fue ayer desviado a Boston donde tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. Aunque inicialmente se barajó la existencia de terroristas a bordo, finalmente resultó ser una pasajera que sufrió un ataque de claustrofobia. La ansiedad provocó que la mujer de 60 años mantuviera un altercado con la tripulación. El capitán del avión, que transportaba 82 pasajeros y 12 tripulantes, declaró entonces una emergencia de seguridad. El vuelo aterrizó sin incidentes en el aeropuerto Logan International de Boston después de ser escoltado por aviones de combate, según confirmó Amy von Walter, portavoz de la Administración de Seguridad en el Transporte de EE UU.

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