Las salidas a Bolsa de 2006 son las más costosas de la última década
Las ocho empresas que han salido a Bolsa en 2006 se han gastado 121,8 millones de euros para poder cotizar. De media, han abonado en comisiones, publicidad y tarifas el 5,14% del capital captado en la colocación, la ratio más alta de la última década.
Salir a Bolsa no es gratis, y este año menos que nunca. El toque de campana con el que una empresa debuta en el parqué no sólo facilita que determinados accionistas hagan líquida su participación y afloren jugosas plusvalías; también implica numerosos gastos que en muchos casos pueden llevar a las compañías a optar por otras vías de financiación menos costosas.
Las ocho empresas que se han estrenado en lo que va de año en el mercado (Renta Corporación, Parquesol, Grifols, Astroc, GAM, Técnicas Reunidas, BME y Riofisa), se han gastado 121,8 millones de euros en la contratación de bancos de inversión, asesores legales, publicidad y tarifas de los organismos bursátiles y reguladores.
Esta cantidad, por sí sola, no es excesiva. De hecho el último tramo de la privatización de Repsol en julio de 1999 llevó aparejadas comisiones por valor de 144 millones de euros, mientras que la salida a Bolsa de Telefónica Móviles en noviembre de 2000 supuso pagos de 105 millones. Sin embargo, si los gastos del presente ejercicio se ponen en relación con el dinero recaudado en las OPV, se llega a la conclusión de que son los estrenos más costosos de la última década. De media, las ocho compañías debutantes de 2006 se gastan en comisiones el 5,14% del dinero captado (sin contar el green shoe) frente al 3,2% en el que se sitúa este ratio en el resto de estrenos de los últimos diez años.
Fuentes del mercado atribuyen esta situación al hecho de que las salidas a Bolsa de 2006 han sido de un tamaño relativamente pequeño. En este sentido, las colocaciones más grandes permiten a las empresas disfrutar de mayor capacidad para presionar a la baja el coste final, mientras que en las OPV más pequeñas el porcentaje de los gastos sobre el capital recaudado suele ser mayor.
De los estrenos de este año el más costoso ha sido el de Riofisa. La inmobiliaria se ha gastado 13,8 millones de euros, cantidad que representa el 6,51% del dinero captado con la colocación. Sin embargo, si no hubiese dado marcha atrás en el último momento, la OPV más cara habría sido la de Lanetro. La empresa de productos y servicios para móviles se iba a gastar 26 millones de euros para preparar su debut. Esta cantidad suponía el 10,4% del dinero que esperaba obtener (siempre que el precio de salida hubiera sido el máximo de la banda que había comunicado) y equivaldría al doble de lo que ganó la compañía en el ejercicio 2005.
Las OPV más baratas de este año son las de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y Astroc. En el caso de BME, que ha protagonizado la salida a Bolsa más voluminosa en lo que va de ejercicio por un importe total de 779 millones de euros, los gastos han sido de 26 millones, tan solo el 3,33% del capital captado.
Por lo que se refiere a Astroc, ha tenido que desembolsar 6,35 millones de euros para poder cotizar, cantidad que supone sólo el 3,24% del dinero obtenido con la operación. En el caso de la inmobiliaria valenciana, se da el hecho de que los bancos colocadores (esta partida es la más importante en el capitulo de gastos) han sido Banco Sabadell y Caixa Galicia. Estas entidades financieras se comprometieron con el presidente de Astroc antes del estreno en Bolsa a tomar el 5% cada una del capital que la compañía iba a vender en su OPV.