Los recursos propios de las cajas se disparan un 22% y alcanzan los 68.815 millones
El crecimiento registrado por las cajas de ahorros en recursos propios se disparó el año pasado un 22,5%, hasta los 68.815 millones. Las 46 entidades que integran el sector despidieron el ejercicio con un coeficiente de solvencia superior al exigido por el Banco de España, a pesar de que la media bajó trece centésimas hasta el 11,42%.
El volumen de recursos propios de las cajas de ahorros sigue su marcha de crecimiento imparable. Según un estudio realizado por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que publica en su último número de la revista Ahorro, éstos se situaron a finales de 2005 en 68.815 millones de euros. Esta cifra, que refleja por primera vez las modificaciones introducidas por las nuevas normas internacionales de contabilidad, supone un incremento del 22,5%, ocho puntos por encima del aumento registrado durante 2004.
La estructura de los recursos propios del sector se mantuvo estable el pasado ejercicio. Las únicas notas destacadas fueron el nuevo descenso de las reservas, un retroceso que se inició en 1995, y el aumento de una décima del peso de la deuda subordinada en los recursos. Para el cálculo de la solvencia, éstas computan como de segunda categoría.
Crecen las preferentes
Las participaciones preferentes, consideradas como recursos de primera categoría, rompieron la racha de los últimos tres años, al subir un 11,5% su participación en el total de los recursos propios.
El Banco de España recomienda a las entidades que las preferentes no superen el 30%, mientras que el límite legal establecido para la deuda subordinada es del 50%.
El incremento del 22,5% registrado el pasado ejercicio se debió sobre todo a la aportación de las reservas generadas por las cajas de ahorros. La deuda subordinada contribuyó a este aumento con un 22% y las participaciones preferentes con un 13%. El 13% restante correspondió a otros instrumentos de financiación muy residuales.
Aunque el coeficiente de solvencia medio de las cajas se redujo ligeramente en 2005 (bajó en trece centésimas, hasta situarse en el 11,42%), las 46 entidades que integran el sector pueden presumir de superar individualmente los estrictos criterios marcados por el Banco de España. æpermil;ste aconseja a las entidades financieras que mantengan este ratio por encima del 8%.
Si se toma como referencia la media simple (sin ponderar) de las 46 cajas, la tendencia es la contraria, ya que el sector registró una subida de 13 centésimas, hasta el 11,53%.
El informe de la CECA señala, además, que si sólo se tienen en cuenta los recursos de primera categoría (capital, reservas y participaciones preferentes), las cajas de ahorros contaban a finales de 2005 con una solvencia del 7,99%. Es la primera vez que esta referencia desciende por debajo del 8%. Aún así, este porcentaje se sitúa cuatro puntos por encima del nivel mínimo que requiere el Banco de España.
Más de la mitad de las entidades (un total de 28) tienen este coeficiente entre el 7% y el 10%.
Las cuotas participativas no terminan de cuajar
La dura batalla de las cajas por conseguir lo más pronto posible la regulación de las cuotas participativas (títulos similares a las acciones pero sin derechos políticos) no ha servido para mucho. Aunque estas entidades demandaron con insistencia la puesta en marcha de este instrumento como alternativa de financiación a la deuda subordinada o las participaciones preferentes, en estos dos años y medio ninguna caja se ha atrevido aún a lanzar una emisión de este tipo al mercado.Sólo dos o tres entidades manifestaron en ese momento su interés por utilizarlas. Y Caixa Galicia llegó a aprobar en su asamblea anual una emisión de cuotas participativas de 150 millones de euros, pero estos títulos nunca llegaron a salir al mercado.Ahora, algunos organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), han recomendado a las cajas de ahorros que utilicen este instrumento de financiación. Según el FMI, la emisión de cuotas (estos títulos cotizarían en Bolsa) aumentaría la transparencia de estas entidades, ya que estarían sometidas, al igual que los bancos, al dictamen diario de los mercados.