La CE denuncia a Portugal por discriminar a la banca extranjera
La Comisión Europea llevará a Portugal a juicio. En un comunicado emitido ayer, Bruselas anunció su intención de denunciar al país ibérico ante el Tribunal de Justicia Europeo por discriminar fiscalmente a los bancos extranjeros. El pasado diciembre, ya advirtió a Lisboa de la necesidad de adecuar su régimen fiscal a las normas de la Unión.
El Ejecutivo comunitario critica que las autoridades lusas impongan una retención del 20% sobre los intereses pagados por los prestatarios locales a las entidades con sede en otros Estados. Las instituciones financieras portuguesas, en cambio, no se encuentran sometidas a este gravamen, aunque sí deben pagar el impuesto de sociedades de ese país.
La Comisión Europea sostiene en la nota que 'la mayor tributación sobre los bancos extranjeros restringe la libertad para proveer servicios y el movimiento de capital'. Según Bruselas, las instituciones financieras locales sólo pagan impuestos sobre los intereses netos que reciben mientras que sus compañeras europeas afrontan mayores cargas.
Para Bruselas, 'los mayores impuestos limitan a las instituciones extranjeras a la hora de hacer préstamos transfronterizos, y desaniman la solicitud de créditos a proveedores extranjeros por prestatarios portugueses'.
La demanda ante el Tribunal de Justicia se enmarca en la campaña iniciada en julio de 2005 para integrar los mercados hipotecarios europeos. Entonces, la Comisión Europea advirtió que tomaría acciones legales contra cualquier normativa fiscal hipotecaria que no fuese compatible con las leyes comunitarias.
El mercado luso aparece entre los primeros objetivos de Bruselas, un factor que puede beneficiar a las entidades españolas que operan en ese país. Entre ellas figuran el Popular, que adquirió en 2003 el Banco Nacional de Crédito (BNC), y el Grupo Santander, a través de su filial Santander-Totta.