Fracasa la negociación en la OMC para rebajar aranceles
Los principales negociadores que acudieron durante el fin de semana a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, para pactar un acuerdo de reducción de aranceles, decidieron aplazar hasta finales de julio la decisión, ante la incapacidad para acercar posiciones. El director general de la OMC, Pascal Lamy, habló de 'situación de crisis', pero logró recabar un mandato de todos los países para negociar de forma bilateral un posible acuerdo.
Más de 60 ministros de los 149 países de la OMC participaron en esta fracasada reunión, en la que intentaban determinar las cifras y fórmulas para aplicar rebajas arancelarias. Tal y como ocurrió en la conferencia ministerial de Hong-Kong de diciembre pasado, las posturas de los países ricos y las economías emergentes parecieron irreconciliables. Ni los unos consienten en bajar las ayudas que ofrecen a sus agricultores y ganaderos una barrera para las exportaciones agrícolas de los países en vías de desarrollo, ni los otros aceptan rebajar la protección de sus mercados a los productos industriales europeos.
Los países de la OMC negocian desde hace casi cinco años en la denominada Ronda de Doha para profundizar en la liberalización de los intercambios comerciales en agricultura, industria y servicios. El futuro de la negociación de la Ronda está en manos de EE UU (que debe reducir las ayudas internas que concede a sus agricultores), de la UE (que tiene que bajar los aranceles a las importaciones agrícolas) y del G-20, formado por países emergentes liderados por Brasil e India, y que debe facilitar el acceso a sus mercados industriales.
La cuenta atrás
El fin de julio es la fecha tope para llegar a un acuerdo. Pasado ese plazo, la Administración de Bush perderá el mandato del Congreso para conseguir una negociación rápida, lo que retrasaría indefinidamente la conclusión de la Ronda de Doha.