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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La paz es la mejor inversión

El inicio del diálogo con ETA para poner fin al terrorismo, anunciado ayer por el presidente del Gobierno, es una oportunidad única para la paz. La mejor ocasión en tres largas décadas de lacra terrorista. José Luis Rodríguez Zapatero, que tuvo la altura de miras de elogiar el esfuerzo de los anteriores Gobiernos en este camino, estableció un marco tan claro como incontestable para el anhelado recorrido hacia el fin de la violencia: 'Los valores, principios y reglas de la Constitución'. 'La democracia no va a pagar ningún precio político por alcanzar la paz', recalcó en un nítido mensaje a los desconfiados.

Zapatero abrió un horizonte de esperanza, y asumió una enorme responsabilidad con todos los ciudadanos para que, de una vez, la palabra sustituya a la violencia, la extorsión, la coacción y el chantaje. Con la exigencia del máximo respeto a la 'memoria, el honor y la dignidad de las víctimas y sus familiares', su compromiso es firme y su objetivo histórico, pero de igual tamaño es su responsabilidad. Porque tanto el ansiado éxito como un aborrecido fracaso le serán plenamente atribuibles.

El presidente eligió la forma de declaración institucional para hacer su anuncio. Está en su derecho de eludir una inútil bronca en el hemiciclo. Todo el arco parlamentario, excepto el PP, respaldan al Gobierno en este trascendental paso. Pero para afrontar el reto es imprescindible la unidad de todos. Y así lo reclamó ayer Zapatero, que no sólo se dirigió a los partidos, sino también a los agentes sociales, económicos y sindicales. Porque: 'La paz es una tarea de todos'. En este sentido, son preclaras las palabras de Miguel Lazpiur, presidente de la patronal vasca, Confebask, quien tras el anuncio de la tregua por ETA el 22 de marzo aseguraba: 'Creemos que merece la pena explorar las oportunidades que se abren, y que, puesto que la paz es la mejor inversión que este país puede hacer por su futuro, debe ser un objetivo que nos involucre activamente a todos'.

A los pocos minutos de la declaración de Zapatero, el presidente del PP reiteró desde la sede del partido que su postura era la misma que el día en que ETA anunció la tregua. Nadie puede confiar en los terroristas, y menos el presidente del Gobierno, pero tampoco se debe negar una oportunidad a la paz. La estrategia del 'no a todo' o del 'cuanto peor, mejor' tiene límites. El primero es la lucha contra el terror. El presidente del Gobierno recalcó ayer la petición de unidad y, en un guiño no atendido por el PP, aseguró que la Ley de Partidos seguirá vigente. Según las encuestas, el 60% de los españoles respalda los planes de hablar con ETA y un 55% sostiene que el PP se equivoca al retirar su apoyo.

Triste será el papel de quien ponga arena en los engranajes de la paz. Y en ese sentido toma especial relevancia el reclamo de ayuda a los medios de comunicación en una tarea que el presidente va a acometer con 'prudencia y discreción'. Eso no significa sin control. Por ello desde aquí tendrá ese apoyo, siempre que su actuación se circunscriba a la legalidad democrática.

Se inicia un verano para construir la paz. El viaje, que ya ha encontrado problemas antes de empezar, será 'duro, largo y difícil'. Quedan muchos obstáculos por sortear. Pero el destino merece la pena.

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