El bono de EE UU rompe su peor racha desde 1974
El mercado de deuda estadounidense vivió ayer una sesión de compras. El precio del bono a 10 años subió por primera vez en 10 sesiones, tras sufrir la peor racha de caídas desde 1974, cuando se registraron 11 sesiones a la baja. La subida de tipos prevista para el jueves ha tirado del tipo de interés interno del bono hasta su máximo en cuatro años.
El rendimiento del bono estadounidense a 10 años, que se mueve a la inversa del precio, alcanzó el lunes el 5,249%, cota más alta desde mediados de 2002. Este nivel es prácticamente el mismo que el de los tipos de interés oficiales una vez que la Reserva Federal (Fed) decida mañana la decimoséptima subida consecutiva hasta el 5,25%.
'El bono sigue yendo por detrás de la Fed y de la inflación', explica José Carlos Díez, analista de Intermoney. Ayer, el rendimiento del bono corrigió levemente hasta el 5,204% rompiendo con una racha de subidas desconocida desde 1974. El tipo ha subido durante nueve sesiones seguidas, lo que es lo mismo que decir que el precio ha caído durante nueve días.
Hay que remontarse a mediados de 1974 para observar una racha peor. En abril de aquel año el bono cayó durante 11 sesiones consecutivas. El tipo oficial de la Fed estaba en el 13%, el rendimiento del bono a largo plazo en el 7,6% y Nixon se enfrentaba al comité judicial del Congreso por el escándalo Watergate. La curva de tipos, invertida, reflejaba la recesión que atravesaba el país.
La situación hoy es bien distinta. Después de un acusado desplome de las Bolsas, durante el cual los inversores se refugiaron en la deuda estadounidense, las aguas han vuelto a su cauce y la mirada ha vuelto hacia la Reserva Federal. Así, el rendimiento del bono ha vuelto a subir tras sufrir caídas entre el 12 de mayo y el 13 de junio. Actualmente, la curva estadounidense de tipos de interés está plana, con los tipos a corto y largo plazo en niveles similares, señal de desaceleración.
'No sé está premiando el riesgo de tener la inversión a largo plazo', explica Ramón Esteruelas, director general de ABN Amro AM en España.
El mercado descuenta una subida de tipos mañana mismo por parte de la Fed, hasta el 5,25%, niveles en torno a los que se encuentran el tipo del bono a dos años y el de 10. 'La Fed ha mantenido un discurso fuerte y la curva se ha aplanado hasta el nivel que se prevé que alcancen los tipos, el 5,25%', subraya Díez. 'Si el mensaje sigue siendo incierto los rendimientos de los bonos subirán más', pronostica.
Un mal ejercicio para la renta fija privada
La huida del riesgo que han protagonizado los inversores ha afectado negativamente a la renta fija privada. Los bonos de empresa, desde los de más alta calidad hasta los denominados bonos basura, han sufrido correcciones con el último desplome del mercado y acumulan un descenso medio del 1,3% en 2006, según datos recopilados por Bloomberg. Es hasta el momento el peor ejercicio para estos activos desde 1998.Los bonos de empresa han vivido ejercicios extraordinarios en el último lustro, con una ganancia media anual del 6,9%, superior al 5,4% que ha ganado la deuda pública. Pero el periodo de subidas de tipos iniciado por la Reserva Federal ha terminado por elevar el diferencial entre la deuda pública y los bonos de empresa, generando descensos en el precio de estos activos, que se mueve de manera inversa al tipo de interés.Asimismo, durante el último mes y medio se ha producido una huida de los inversores desde los activos de riesgo debido al aumento de la incertidumbre y de la volatilidad. Los inversores han buscado refugio en los activos más seguros, concretamente en el dólar y en los bonos públicos.'Los que tenían bonos de empresa están perdiendo dinero porque el precio está cayendo', explica Ramón Esteruelas, director general de ABN Amro en España. 'Se ha producido una huida del riesgo'.Las entidades especialistas en renta fija son pesimistas. Deutsche Bank, Morgan Stanley, Barclays Capital y Credit Suisse pronostican que la renta fija privada se comportará peor que la deuda pública en los próximos meses.La agencia de calificación crediticia Standard and Poor's prevé que los impagos por parte de las empresas se duplicarán para finales de año.