Univisión cae en brazos de Saban tras rechazar la oferta de Televisa
Familiarizado con el mundo de las telenovelas como pocos, Jerrold Perenchio, consejero delegado de Univisión, no parecía sospechar que su decisión de poner esta cadena de televisión hispana en venta diera lugar a uno de estos dramas de incontables episodios.
Sin embargo, la operación ha cumplido con casi todos los requisitos de este género. Se cerró ayer, de forma insospechada y tras varios giros inesperados desde que en febrero se puso en venta. El comprador fue un grupo de inversores liderado por el millonario Haim Saban que se compromete a pagar 12.300 millones de dólares (9.780 millones de euros) y asumir 1.400 millones de deuda.
Para presentar una oferta por Univisión, Saban, el creador de los Power Rangers, se unió a un consorcio formado por Texas Pacific, Thomas Lee, Madison Dearborn y Providence Equity. Inicialmente no eran los favoritos porque otro grupo, liderado por la mexicana Televisa partía como tal para comprar la quinta cadena de EE UU.
Todo ello, a pesar de que la oferta de Televisa presentaba problemas. Por un lado, un litigio con Univisión y, por otro, que ya cuenta con un 11% de la cadena y las leyes no dejan que los extranjeros tengan más del 25% en medios. Pero Televisa ya es socio de Univisión, le proporciona el 40% de los contenidos y tiene experiencia en el mercado latino.
Así las cosas, la empresa del mexicano Emilio Azcárraga se unió a empresas de capital riesgo como Carlyle, KKR Bain Capital, Blackstone y Cascade además de Venevisión (de Venezuela) para diluir su participación y ser el protagonista del final feliz.
Pero, antes del fin, el drama. El primero es el que supuso para Univisión que sólo dos grupos tuvieran interés en una empresa con tres canales, 69 emisoras de radio, un fuerte crecimiento y unas perspectivas comerciales mejores que las de lengua inglesa. El segundo drama es que Perenchio quería 40 dólares por título, unos 14.000 millones de dólares, y ese dinero nunca estuvo en las ofertas.
De hecho, los ganadores de la puja propusieron durante el fin de semana su mayor precio, 36,25 dólares por acción, y el consejo la aprobó el martes a primera hora. Era una mejora sobre una primera oferta de 35,50 dólares (11.000 millones) y que fue desestimada como insuficiente aunque se presentó cuando ya estaba cerrado el plazo para recibirlas. La oferta ganadora de Saban y su grupo es un 13% superior al precio del cierre del lunes y ayer las acciones de Univisión subían el 7%.
Los altos tipos de interés, y la percepción de que la televisión hispana tiene en EE UU un brillante presente pero un futuro incierto fueron como un ciclón para el grupo de Televisa. Primero fue Carlyle -quien creía que estaba ofreciendo mucho- el que se descolgó, le siguieron KKR, Blackstone y Venevisión, de la familia Cisneros. Aun así, ya tarde, el viernes Televisa presentó una oferta de 35,75 dólares. Y no recibieron la llamada para negociar.
Se desconoce qué pasará con la participación de Televisa en esta cadena y ayer se rumoreaba que presentarían contraoferta. Continuará.
Una joya con gran presente
Los mundiales están dando buen resultado a Univisión. La audiencia de estos partidos es un 11% mayor que la de ESPN y ABC, las cadenas que retransmiten en inglés. Es la población latina la que aúpa la audiencia de un deporte minoritario en el Estados Unidos anglosajón.Pero en este país hay unos 40 millones de hispanos documentados y cerca de 12 millones más sin papeles. Es una población que crece cinco veces más que el resto, según Univisión, y eso convierte a esta en la compañía de medios en la de mayor crecimiento, dejando muy lejos a Telemundo de NBC en la misma arena.El presente es brillante pero el futuro complicado, ya que las primeras generaciones hablan español, pero sus hijos no siempre y se está produciendo un cambio cultural que deja en incógnita el uso del castellano.