Dudas emergentes
No hay unanimidad a la hora de evaluar la marcha de las economías en desarrollo
Los mercados de renta variable emergente han sido los principales damnificados de las recientes caídas bursátiles y son bastantes los que, lógicamente, se preguntan qué se puede esperar de los mismos a partir de ahora.
Al tiempo que la respuesta a esa pregunta no es nada sencilla, lo sucedido desde que el pasado 10 de mayo se iniciara un periodo de turbulencia, elevadas volatilidades y fuertes caídas en los principales índices bursátiles emergentes, no debiera ser ninguna sorpresa para cualquier inversor mínimamente experimentado. La fuerte subida vivida en el último par de años era del tal calibre y continuidad que una corrección era debida más pronto que tarde. En realidad, los movimientos que pueden sacudir a los índices emergentes ya se nos habían revelado el pasado mes de octubre, cuando los índices de referencia de los principales mercados europeos o estadounidenses se dejaron entre un 2% y 3%, mientras que los emergentes duplicaban o triplicaban esas caídas.
Desde entonces, presenciamos seis meses de subidas consecutivas y fuertes entradas de dinero en renta variable en general, y Bolsa emergente en particular. Según los datos de Lipper sobre flujos de patrimonio en Europa, los fondos de renta variable desde junio del año pasado han liderado las suscripciones con gran diferencia. Sin embargo, lo que verdaderamente ponía de manifiesto la caída en la percepción del riesgo por parte de los inversores, es que las categorías de renta variable emergente global o europea, de tamaños relativamente reducidos, disfrutaban de entradas netas de dinero muy destacadas.
Así, en algunos meses concretos, como los de febrero y marzo pasados, los fondos pertenecientes a la categoría Lipper Renta Variable Emergente Global alcanzaban o superaban los 2.000 millones de euros de suscripciones netas en Europa, situándose en un nivel similar al de las categorías de Bolsa más importantes por volumen de patrimonio, como Renta Variable Europa o Renta Variable Global. Nos son pocos los profesionales que ven la entrada masiva del inversor minorista en estas opciones de muy alto riesgo, como signo inequívoco de que una corrección es inminente.
En esta ocasión, esta teoría funcionó a la perfección, ya que las caídas a partir del 10 de mayo han sido devastadoras, en particular para aquellos inversores que entraron en esos meses previos, ya que las anteriores y extraordinarias revalorizaciones todavía permiten disfrutar de ganancias destacadas a muchos inversores.
Concretamente, la pérdida media en euros para los fondos disponibles a la venta en España, que invierten en las diferentes regiones emergentes, no se sitúa lejos del 20%. Las fuertes pérdidas se han extendido a todas la regiones, sin registrase grandes diferencias entre las mismas, aunque son los asiáticos los que menos pierden. No obstante, un hecho que sí sorprende, hasta cierto punto, es que son los europeos los que sufren las mayores caídas, con la pérdida media para estos fondos alcanzando el 22%, según los datos de Lipper. La sorpresa se justifica en que el consenso en el mercado es que entre los diferentes mercados emergentes, es el europeo y, en particular, el formado por los nuevos países miembros de la Unión Europea, el de menor riesgo.
Volviendo a la cuestión del principio, sobre cuál puede ser la evolución de estos mercados en los próximos meses, no existe acuerdo entre los profesionales. Por un lado, tenemos los que en términos generales no ven grandes cambios con respecto al pasado y asocian la pasada bonanza emergente a los precios de las materias primas. En cuanto el crecimiento global se deteriore y los precios de las materias primas se desinflen, las economías de muchos de estos países se resentirán gravemente y los índices de las Bolsas emergentes sufrirán más caídas violentas. En el otro lado, tenemos los que ven una situación macroeconómica fuerte y sin precedentes, por su solidez, en muchos de estos países y pocas posibilidades de un desplome de los precios de las materias primas, ya que estos se sostienen en un binomio oferta demanda favorable en los próximos años.
Probablemente, si tratáramos de acercar posiciones entre ambas partes, habría algún acuerdo en que los precios de las materias primas se han visto fuertemente afectados por la especulación, pero que el crecimiento económico global y chino en particular, favorece un fuerte aumento real de la demanda. También en que los indicadores macro de muchas de estas economías muestran una salud no vista en anteriores ciclos económicos expansivos.
Análisis. El riesgo va en aumento
Las recientes pérdidas de las Bolsas emergentes ponen de manifiesto que ante una caída de las Bolsas las acciones emergentes siempre saldrán mucho peor paradas.La situación macro estadounidense no está clara y una fuerte ralentización de la misma no se puede descartar en absoluto, con su consiguiente efecto negativo en las Bolsas.En el caso emergente, además, nos encontramos con una liquidez mucho más reducida, lo que puede magnificar las caídas en caso de pánico vendedor.