Juego peligroso

¿Les gustó la campaña presidencial francesa sobre la seguridad en 2002? Les va a encantar la del capitalismo en 2007 (...). Durante mucho tiempo, la vida empresarial sólo ha interesado al círculo financiero, la patronal y la prensa económica (...). Hoy, no pasa un día sin que una gran empresa francesa esté en el centro de la gran actualidad (...).

Debería alegrarnos que los responsables de Francia se interesen por fin por el mundo empresarial (...). Pero preocuparse por esos temas es una cosa, e instrumentarlos con dudosos fines políticos es otra cosa.

¿Era necesario, oportuno, apelar al patriotismo económico para defender Danone del supuesto apetito de Pepsico? ¿De poner todo en marcha para disuadir a Mittal de comprar Arcelor (...)? ¿Era necesario orquestar, en directo por televisión desde el palacio presidencial, el proyecto de fusión entre Suez y Gas de France? ¿Es razonable sabotear este mismo proyecto porque lo apoya un primer ministro rechazado por su propia mayoría?

Y ¿qué decir del caso EADS? Hace unos meses, había empujones para aparecer en la foto histórica del lanzamiento del superjumbo de Airbus (...). Hoy, con las primeras dificultades (...), los mismos linchan a su promotor (...). Es un juego peligroso: no se utiliza la estrategia de una empresa sin riesgo (...).