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Política

Baleares aprueba un Estatuto que exige al Estado 3.000 millones de inversión

El Parlamento balear aprobó ayer, con los votos de PP, PSOE y los nacionalistas de Unió Mallorquina, una nueva propuesta de estatuto de autonomía que incorpora una cláusula por la cual el Estado debe invertir 3.000 millones de euros en un plazo máximo de diez años en concepto de déficit de inversiones por insularidad.

El acuerdo se produjo después de una breve reunión mantenida en el propio Parlamento por el presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, y el secretario general del PSOE balear, Francesc Antich. Al término de este encuentro el dirigente socialista explicó que su grupo se reserva la posibilidad de modificar en el Congreso los términos de la financiación para que, en lugar de los 3.000 millones de euros, figure el 2,5% del PIB.

A cambio de la aceptación socialista de estos 3.000 millones de euros, Jaume Matas accedió a retirar del texto una disposición por la que se establecía la obligación de que el Gobierno apruebe un régimen especial para Baleares que incluya medidas fiscales. Sí se mantiene la llamada 'cláusula Matas' que persigue que la comunidad balear obtenga los mismos beneficios económicos que consiga el archipiélago canario en sus negociaciones con el Gobierno central.

El texto aprobado ayer incorpora la creación de una agencia tributaria propia que actúe de forma consorciada con el Estado y da a Baleares la competencia en materia de inmigración, aunque sujeta a lo que establezca la Constitución.

El acuerdo al que llegaron socialistas y populares permite salvar diferencias políticas entre ambos partidos que a punto han estado de dar al traste con la reforma estatutaria. La principal de ellas es la creación de un nuevo consejo insular para la isla de Formentera, que ahora no existe. Matas y Antich acordaron la creación de esta nueva institución para las islas y el dirigente socialista se comprometió, además, a que la propuesta no sea modificada en el Congreso de Diputados. También se alcanzó un acuerdo sobre el catalán, cuyo conocimiento no será obligatorio. La propuesta será remitida al Congreso con el fin de que pueda estar aprobada antes de las próximas elecciones autonómicas.

Pacto in extremis

El acuerdo alcanzado ayer entre Jaume Matas y Francesc Antich se produjo in extremis tras una ruptura total de las negociaciones entre ambos dirigentes políticos.

El secretario general de los socialistas de las islas había propuesto al presidente balear aprobar el texto estatutario y dejar la negociación de los puntos discrepantes para el Congreso de los Diputados.

El PSOE tampoco estaba de acuerdo con la fórmula de financiación propuesta por Matas al considerar que los 3.000 millones de euros para compensar el déficit provocado por la insularidad es inconstitucional. Jaume Matas se opuso a la posibilidad de que el Congreso de los Diputados introdujera reformas sustanciales en el nuevo Estatuto y exigió al PSOE un compromiso para blindar el texto en Baleares e impedir su modificación en el Congreso.

Tanto Antich como Matas suavizaron ayer sus posturas, lo que permitió finalmente alcanzar el acuerdo sobre la reforma.

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