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Mercados

La alta volatilidad protagonista del escenario busrsátil

Un paso adelante y dos atrás. Sumida en una volatilidad no apta para cardiacos, el mercado ha completado otra semana de pérdidas, y van cuatro de las últimas cinco. La alternancia de fuertes caídas, como el 2,42% del jueves, con rebotes como el 1,33% del viernes no saca al mercado de la corrección sino que profundiza ésta. Estos violentos cambios de tendencia impiden que entre dinero aprovechando los bajos precios, puesto que la sensación de riesgo es mucho mayor que hace dos meses.

El 2,31% que perdió el Ibex en la semana deja el índice dos puntos por debajo de la cota de los 11.000. Los analistas técnicos destacaban en las últimas sesiones que tras la ruptura a la baja de este nivel el mercado se podría ir a los 10.600. Sin embargo, como ocurre siempre, la tendencia no la define el parqué español sino el estadounidense, y la mejora registrada en las horas finales de la sesión de ese jueves fue clave para contener las pérdidas. Al menos de momento. Porque si algo tiene claro el mercado hoy por hoy es que la volatilidad está para quedarse. Sobre todo en el corto plazo, mientras persista la incertidumbre sobre los tipos de interés o mientras el inversor termine de asumir que la política monetaria a nivel mundial está cambiando. Quedan más de dos semanas para la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, que se supone debe aclarar el panorama. Entretanto, los expertos esperan más inestabilidad.

La parte más visible de la corrección es la caída de los índices, que pierden entre el 8% y el 10% en el caso de los mercados europeos. El porcentaje se eleva al 15% en los emergentes. Pero estos números son la imagen de un movimiento más profundo de un mercado cada día menos dispuesto a asumir riesgos. Un cambio de ciclo bursátil -lo que no significa un cambio de tendencia- que se está reflejando en la mayor corrección en tres años.

Esta aversión al riesgo ha permitido que recuperen terreno los precios de la deuda, que se mueven al revés que los tipos de interés. Ello, a pesar de que teóricamente la inflación y las alzas en los tipos de interés de referencia se trasladan a la rentabilidad de la deuda. Pero ha pesado más la fuga de capitales.

Telefónica aguanta el tipo

A las duras, pero también a las maduras. Telefónica cerró el viernes a los mismos 13 euros a los que cotizaba en abril de 2004, pero el hecho de no haber subido en poco más de dos años no obedece a una fuerte caída durante la última corrección bursátil, sino al mal comportamiento relativo de la compañía en una etapa en la que otros valores del mercado han subido con fuerza. De hecho, desde los máximos de este año, la teleco ha retrocedido un 3,5%, frente al 8% que ha perdido el mercado español.El máximo de Telefónica en el año se marcó, además, en el mes de marzo. La empresa apenas ha bajado desde que el Ibex superase los 12.000 puntos, aunque ha recuperado un 9% sobre los mínimos del 22 de mayo. De este modo, y dado su alto peso en el Ibex 35, ha contribuido a sujetar al índice, cuyo comportamiento ha sido últimamente algo mejor que el de otros mercados europeos.

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