El golfo Pérsico, bajo la resaca de los petrodólares
Las Bolsas de la región se hunden ante el exceso de valoración provocado por las compras hechas al calor del petróleo caro
La Bolsa de Arabia Saudí, la más grande de golfo Pérsico, es un espejo de la grave situación que atraviesan los mercados de la región: el índice Tadawul de Riad ha caído un 50% en tres meses. Tras alcanzar máximos históricos entre 2005 y comienzos de este año, ninguna plaza financiera del golfo Pérsico está en números positivos este año. Las pérdidas acumuladas en el año oscilan entre el 8% del índice All Share de Bahrein, hasta el escalofriante 53,6% del Dubai Financial Market Index.
Deutsche Bank aduce a tres factores fundamentales para explicar la coyuntura de la región: 'Unas valoraciones muy exigentes, por encima de la media histórica, una fuerte exposición de los balances bancarios y de las Bolsas a la evolución del petróleo y la creciente incertidumbre política'.
Con una capitalización de algo más de 645.000 millones de dólares (503.900 millones de euros), Arabia Saudí es la mayor Bolsa de la región, representa un 65% de todo el mercado. Desde enero, su caída es de prácticamente el 38% e ilustra a la perfección el riesgo que implica invertir en economías emergentes. El petróleo representa el 90% de los ingresos por exportaciones del país y el hecho es que el crudo ha seguido encareciéndose este año hasta llegar incluso a marcar nuevos máximos históricos. Pero el detalle es que el mercado bursátil saudí llegó a 2006 con una ganancia acumulada superior al 700% desde 2002.
Los inversores que entrasen en la Bolsa saudí en enero (pocos en Occidente, ya que el acceso al mercado para los extranjeros está muy restringido) no han hecho más que perder dinero. Lo mismo sucede con el resto de mercados: Kuwait cede un 13,9%; Qatar, un 32,9% y Abu Dhabi (en Emiratos Árabes Unidos), un 33,4%. 'El problema es que hay una enorme liquidez el Gobierno de EE UU estima que los ingresos por petróleo de los países OPEP han crecido un 135% desde 2002, frente a un número limitado de activos', explica Pierre Cailleteau, experto en mercados de Moody's. 'Es decir, una enorme demanda de activos financieros y pocas opciones en un mercado poco transparente y mal desarrollado'.
Un estudio de Credit Suisse pone de manifiesto la situación de las valoraciones. El PER número de años que un comprador tardaría en recuperar su inversión en forma de beneficios tiene un promedio de 43,9 veces en la región; más del triple que el promedio del Ibex y 2,5 veces el promedio mundial.
'La situación de Oriente Próximo refleja la creciente aversión al riesgo de los inversores y una búsqueda de la calidad que puede beneficiar a los mercados desarrollados', valora José Luis Martínez, de Citigroup.
Pese a estrecha vinculación con el crudo, el desplome bursátil del golfo Pérsico demuestra que el auge del precio del petróleo ya no es suficiente para garantizar la bonanza de la región.
El peso del oro negro
Pese al unánime reconocimiento de que los países petroleros están aprovechando mejor esta vez la lluvia de recursos procedente del crudo, la realidad es que la venta de petróleo representa del 50% al 90% de las exportaciones de los países del golfo Pérsico.
La infinita resistencia de la escalada del barril de crudo
El barril de crudo Brent acumula una revalorización superior al 260% en los últimos cuatro años. Una carrera al alza que aunque pueda parecer excesiva no tiene visos de ceder demasiado en los próximos meses. 'Es difícil que el petróleo baje de 60 dólares. Hay una demanda muy fuerte que proviene de China y de India, combinado con una capacidad de refino insuficiente', opina Sara Pérez-Frutos, de la gestora estadounidense Eaton Vance.El equipo de Eaton Vance pone por ejemplo el caso del golfo de México, el centro de producción y distribución de crudo para EE UU, el mayor consumidor del mundo, donde no se ha construido una refinería en los últimos 10 años.'Hay un déficit importante en el lado de la inversión, que provoca cuellos de botella en el lado del refino', confirma Francisco Blanch, de Merrill Lynch. 'Nuestra previsión es que estos cuellos de botella no se resolverán en los próximos dos o tres años, con lo que los precios aguantarán a los niveles actuales', reconoce el experto de Merrill Lynch.El crudo que se vende en los mercados financieros de Europa y EE UU parece estabilizado en el entorno de 70 dólares por barril, más de doble del rango de 20 a 30 dólares que imperó entre 2000 y 2004 y que algunos agentes económicos que llegaron a creer que sería eterno. No hace demasiado, la UE consideraba el nivel de 22 dólares por barril como un precio 'razonable'.