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Empresa

El valor del Imperio de Roma, útil a la empresa

Las empresas, como Roma, llevan camino de ser eternas', dice el consejero del BBVA y escritor Antonio Ortega Parra. 'Estamos asistiendo a un momento de importantes cambios y los directivos deben saber afrontar este reto y buscar modelos de gestión que se adapten a las nuevas tecnologías y al proceso de globalización. Pero la solución no está en el futuro -dice Ortega en tono de crítica-. Hay que volver la vista al pasado'.

æpermil;se ha sido el objetivo del V Foro de dirección de personal organizado por la escuela de negocios IESE y el grupo Adecco sobre el pasado, presente y futuro de las personas y la empresa. Como dice el profesor del IESE Santiago Álvarez de Mon, se trata de seguir el tiempo como eje conductor. Un tiempo que parte desde Roma como modelo de empresa, que se detiene en el presente, con el análisis de compañías internacionales como Disney y Ferrovial, y que llega al futuro, al mundo de la globalización y de los mercados sin fronteras. Tres periodos distintos con un mismo fin. 'Se trata de contribuir a la formación de directivos, sin olvidar el carácter ético y moral de la empresa', subraya el director del IESE, Juan José Toribio. Y eso es lo que ha hecho el consejero del BBVA, Antonio Ortega. El escritor ha viajado en el túnel del tiempo con su libro La antigua Roma. Valores para el éxito empresarial, para rescatar aquellas virtudes que hicieron del pueblo romano un fuerte Imperio.

Valores

21 de abril del año 753 antes de Cristo. 'Tú, romano, recuerda tu misión: regir los pueblos con tu mando. æpermil;stas serán tus artes. Imponer leyes de paz, conceder tu favor a los humildes y abatir combatiendo a los soberbios'. Roma empezó como una reunión de pequeñas tribus que, como si de una empresa se tratara, comenzaron a organizarse y a expandirse.

Una empresa que fue eterna gracias a sus valores y al desarrollo de líderes bajo el concepto 'uno de los nuestros'. En ese sentido, su equivalencia al mundo empresarial se traduce en una cultura corporativa basada en experiencias comunes con unos valores enfocados al cliente, al respeto de las personas, a proporcionar un beneficio sostenible a sus accionistas, a la transparencia en la gestión y a la ética en las relaciones con los grupos de interés. 'Se trata de un pueblo por un profundo respeto a la palabra dada y al derecho jurídico', dijo el abogado Antonio Garrigues, quien alabó en el foro el peso de las leyes 'y que en países democráticos se olvidan'.

Un pasado con eco en el presente. Las directora de recursos humanos de Ferrovial, Leonor de Pablos, insistió en la necesidad de ser pro activos, como los soldados romanos. 'Somos piezas fundamentales. No sólo elegimos a la personas, sino que cuidamos los valores, motivamos, apasionamos y las fidelizamos', apunta De Pablos, responsable de una plantilla de 58.000 personas.

Para Antonio Ortega, Roma no es sólo pasado, sino una escuela para afrontar el futuro, periodo que corrió a cargo del premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz y que aprovechó para dar un varapalo a las economías más desarrolladas. En su opinión, la globalización parecía una maldición para los países en vías de desarrollo, que podían verse atrapadas en un callejón sin salida. Sin embargo, China ha sido un ejemplo de lo contrario. 'Su éxito se atribuía a los bajos salarios. Pero el crecimiento sostenible se basa en inversión y educación'. Sus recetas que, como Roma, son eternas.

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