Royal Caribbean apuesta por el incipiente mercado español
El negocio español de cruceros está todavía muy lejos de otros países europeos. En 2005, sólo 275.000 españoles pasaron sus vacaciones en un crucero, frente a 1,2 millones de ingleses o 800.000 alemanes. La compañía Royal Caribbean, una de las más grandes navieras, apostará por este mercado que, aunque incipiente, se ha duplicado en los últimos cuatro años. Abrirá nuevas rutas desde Barcelona hacia destinos del Mediterráneo con las que logrará el 7% de las reservas.
Royal Caribbean tiene planes para abrir nuevas rutas desde la Península hacia otros destinos 'en función de como se comporte el mercado', dice su directora general para España, Belén Wangüemert. Sus planes se basan en el desarrollo del negocio de cruceros que en la actualidad sólo tiene una penetración del 0,7%. Sólo 275.000 pasajeros españoles contrataron un crucero el pasado año frente a los 1,2 millones de viajeros en Inglaterra y los 800.000 en Alemania.
Ante este incipiente negocio español, 'la naviera tiene el objetivo de ampliar esta cuota y duplicarla en los próximos cinco años', comenta su directora.
La apuesta de la compañía de origen noruego es el Mediterráneo y, en consecuencia, España. 'Es uno de los países donde este sector ha experimentado un mayor crecimiento, con un aumento de las reservas del 100% en los últimos cuatro años', explica su responsable para la cuenca del Mediterráneo, Magnus Wrahme. Por esta buena marcha del negocio, la compañía pretende abrir nuevas rutas desde España e incrementar la capacidad de ventas.
Royal Caribbean tiene 29 barcos en todo el mundo. Desde España explotará cuatro rutas hacia el Mediterráneo. 'Primero consolidaremos estos trayectos y, más tarde, ampliaremos a otros destinos en función de la evolución de la actividad', añade Wrahme.
Uno de los barcos que ya está funcionando es el Voyager of the Seas, que sale desde Barcelona hacia el Mediterráneo. Este crucero hace escalas en Palma de Mallorca, Marsella, Génova, Livorno, Palermo, Civiitavecchia-Roma y Nápoles.
El Voyager of the Seas es una versión reducida del Freedom of the Seas, uno de sus barcos estrellas que acaba de inaugurar y que hace la ruta hacia el Caribe. æpermil;ste barco, el más grande del mundo, con capacidad para 4.375 pasajeros, cuenta en su interior con una enorme galería comercial, diez restaurantes, dos discotecas, una zona de belleza y salud, un área para hacer escalada, un ring de boxeo, una pista de patinaje sobre hielo y una piscina para practicar el surf. 'No esperamos que todo el mundo practique escalada o que patine sobre hielo. Pero al cliente de Royal Caribbean le gusta probar todo tipo de actividades mientras navega', afirma Wangüemert. En cuanto al tipo de cliente de los cruceros de Royal Caribbean, predomina el familiar.
La naviera no bajará precios pese a la competencia
El precio del crucero ronda entre 800 euros y 900 euros. 'Es un producto para familias y para parejas, y asequible al bolsillo', señala su directora general para España, Belén Wangüemert. La naviera de origen noruego y estadounidense prevé mantener estos precios incluso en las situaciones en los que la demanda es menor por la creciente competencia, lo contrario que ocurre en el sector hotelero donde las tarifas bajan cuando las ventas son más débiles.Royal Caribbean, que se fundó en 1970, cuenta entre sus inversores con socios privados de Estados Unidos y Noruega. Tiene 19 cruceros en servicio, que concentran el 22% de la capacidad del mercado. En España, su máximo rival es Pullmantur, aunque también operan el Mediterráneo Costa Cruceros y MSC. Royal Caribbean prevé tener el 7% de la actividad en España. En cuanto a ingresos, obtuvo en el mundo 716 millones de dólares en 2005. Pronto lanzará un buque aún mayor: el Génesis, con 5.400 pasajeros.