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Gestión

Las empresas tienen que hacerse querer

El periodista y sociólogo Vicente Verdú anima a las organizaciones a que personalicen el servicio que prestan al cliente

La responsabilidad social de las empresas se ha hecho cada vez más importante y necesaria. De hecho las organizaciones ya han entendido la necesidad de tener buena imagen. De todo ello habló el pasado jueves el periodista y sociólogo Vicente Verdú en la conferencia que ofreció sobre el lugar de la persona en la empresa, organizada por BBVA y la escuela de negocios Esade. 'Antes se pensaba que todo lo social era de izquierdas y el mundo de la empresa era de derechas, pero una vez que el consumidor ha adquirido la categoría de ciudadano, todo esto ha cambiado', explicó Verdú.

En su opinión, el consumidor es un 'sujeto que exige, pide y da la espalda cuando una compañía no es simpática'. Un ejemplo es el de la estadounidense Apple con el fenómeno de iPod. 'Su éxito viene justificado porque el concepto de empresa es animar a la gente a compartir su lado más simpático'. Otro de los casos que destacó por su sensibilidad social fue el la empresa de cosmética Avon, que creó el lazo rosa como símbolo de la lucha contra el cáncer de mama.

'Lo cierto es que las empresas hoy día tienen que hacerse querer. Las compañías en los años sesenta inauguraron el consumo, y ahora tienen que ir a la personalización de los servicios', afirmó Verdú ante medio centenar de ejecutivos.

'El mundo del trabajo es cada vez más opresivo y ha de saltar en pedazos. Se propugna el jefe sensible'

Animó a las empresas españolas a que siguieran el ejemplo de algunas compañías estadounidenses, como la distribuidora Wal-Mart, que tienen empleados actores en sus establecimientos, que actúan, memorizan los cumpleaños de los clientes y les saludan por su nombre. 'Ofrecen calor humano porque han personalizado la relación. Y esa idea de la persona es algo muy femenino', afirmó el escritor, que ahondó en este tema. 'La persona es lo que interesa a las mujeres. Son ellas las que mantienen el tejido social y eso ha ido en aumento en la medida en la que la mujer va teniendo más presencia en la sociedad'. Y agregó que para las féminas más que el artículo que va a comprar, lo importante es cómo se le vende ese producto. 'La felicidad, además, tiene que ver con el trato con los demás, no con la acumulación de bienes'. Y es precisamente en la gente en lo que se cree hoy día. 'Hemos dejado de creer en las instituciones y en lo social', apuntó Verdú.

Otro de los temas que deberían preocupar a las empresas, según el periodista, es la demanda de calidad de vida en el trabajo. 'Es un asunto todavía por resolver. El mundo del trabajo es cada vez más opresivo y ha de saltar en pedazos. Cada vez se propugna más el perfil de jefe sensible'. Es algo que ya está en proceso de estudio, según avanzó Verdú, en universidades de prestigio como Yale y Harvard.

'En Estados Unidos se está favoreciendo un nuevo fenómeno que es el de traer a amigos a la empresa. Eso favorece la comunicación y el ambiente y hará que la empresa sea más productiva'. En este sentido, aseguró muy convencido que unas organizaciones con lazos afectivos fuertes son más productivas. Y es ahí hacía donde deben dirigirse las organizaciones modernas si quieren seguir consiguiendo cuota de mercado..

Descubrir el talento con la ayuda de un tutor

El doctor Valentín Fuster defendió esta semana en una conferencia en Esade, la necesidad de que las escuelas de negocio desarrollen una doble misión en la formación de directivos: por una parte, el desarrollo técnico-profesional y, por otra, el desarrollo ético humanista de los directivos como personas. 'En un mundo tecnificado pero con desequilibrios socioeconómicos constantes, una universidad que desarrolla esa doble dinámica, conlleva el sello de futuro y progreso', indicó Fuster. El presidente del Comité Científico del Centro Nacional de Investigación Cardiovasculares (CNIC) señaló que hay que seguir unos principios fundamentales para conseguir el éxito personal, 'pero siempre basado en la plenitud personal y no en la pertenencia ni en la posición.'Lo que primero influye es el tiempo de maduración. 'Los proyectos necesitan desarrollarse. Hay periodos de frustración, y hay que tener una actitud paciente y constante'. Al hablar de tiempo, aclaró que 'cada década de nuestra edad tiene que adecuarse a un nuevo proyecto, independientemente de la edad. Tenemos que progresar y tener ilusiones siempre'.Para descubrir las cualidades y el talento de cada uno, Fuster explicó que es necesario buscar un tutor, que tiene que estar 'genuinamente interesado y conocer bien al discípulo, y conocer bien el mundo contemporáneo'.Para conseguir el éxito personal y profesional, aconsejó que es necesario concretar, priorizar y limitar el campo de acción de las personas, ya que conlleva seguridad, a la vez que abre nuevas posibilidades.Para alcanzar la felicidad, es necesario transmitir el máximo bien que sea posible a los demás.

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