Volkswagen se lleva de Navarra parte de la producción del Polo
Volkswagen ha tardado menos de un mes en cumplir su amenaza de 'activar medidas para fabricar el Polo en otras plantas' si no se alcanzaba un acuerdo para el nuevo convenio en la planta navarra de Landaben. Un portavoz de la compañía en la sede de Wolfsburgo confirmó ayer que el comité de dirección de la marca ha decidido incrementar la capacidad en otras plantas del grupo, y que la compañía no tiene previsto aumentar el volumen global de fabricación del modelo, lo que supone que Landaben tendrá menos trabajo.
La portavoz de Volkswagen rehusó, eso sí, especificar tanto el calendario establecido para llevar a cabo la reducción de la capacidad de Landaben como la de la ampliación de otra planta y qué planta será ésa. La favorita, en cualquier caso, vuelve a ser Bratislava, según apuntó el diario alemán Handelsblatt y confirmó el grupo.
Tampoco se conoce aún cuántos coches se dejará de fabricar, ni a cuántos empleados puede afectar esta nueva situación. La empresa, eso sí, advirtió a principios de mes que la actitud de los sindicatos comportará 'como mal menor' la reducción de la capacidad de producción de la planta de 300.000 a 200.000 vehículos. La factoría alcanzó en 2005 una producción de 211.612 unidades, el 8,9% menos.
La dirección y los representantes sindicales de los 4.400 empleados de Landaben llevan 16 meses negociando -sin éxito- el nuevo convenio de la factoría. Las diferencias radican tanto en la flexibilidad como en el salario. En el primer aspecto, VW propone incrementos salariales de medio punto por encima del IPC para todos los ejercicios. Además, la empresa fija la jornada laboral en 209 días, con una flexibilidad al alza y a la baja de 11 días, sin aplicar descuentos salariales. La última oferta de la dirección plantea que, en el año del lanzamiento de un nuevo modelo y en el siguiente, la flexibilidad será de 11 días al alza y a la baja. Además, ofrecía prejubilaciones a los 60 años. CC OO, CGT y LAB, sin embargo, piden una subida salarial del IPC más 0,5 puntos entre 2006 y 2008 y el 100% de las tablas para 2005, más un 1% y dos pagas de 250 euros, una consolidable. Además, ofrecen una calendario de 209 días con una bolsa de nueve días al alza y a la baja. Las diferencias se tornaron insalvables y, debido en parte a la cercanía de elecciones sindicales, los sindicatos radicalizaron su postura. En marzo convocaron paros parciales que debían desembocar en una huelga general. Pese a que ésta no se produjo, los paros ocasionaron la pérdida de 1.158 vehículos al día.
La planta de Volkswagen aporta el 10% del PIB navarro y acumula el 30% de las exportaciones de la comunidad, según la Cámara Navarra de Comercio e Industria
Esta situación colmó la paciencia de Volkswagen. El 29 de marzo puso como fecha límite el 7 de abril para que hubiese un acuerdo entre la dirección y el comité de empresa. El Gobierno foral trató de iniciar una mediación, que fue rechazada por ambas partes.
Se da la circunstancia de que la planta eslovaca ya albergó entre 2003 y 2005 el 10% de la producción del Seat Ibiza como medida de castigo de la dirección por el desacuerdo en la negociación del convenio colectivo. Es decir, la misma situación que se vive en Landaben.
Negociación.Opel Meriva, el precedente
Una situación similar a la que ha vivido en los últimos meses la planta navarra de Volkswagen se vivió a finales del año pasado en la que General Motors posee en Figueruelas (Aragón). Allí, la dirección de la compañía estadounidense exigía a la plantilla varias medidas de flexibilidad, como la congelación de la antigüedad desde diciembre de 2007 y la limitación del alza salarial al 50% del IPC de 2008 a 2010 para poder mantener el Opel Meriva una vez se lanzase la nueva generación en 2008. El rival, esta vez, estaba en Gliwice, Polonia.CC OO, al igual que ha sucedido en Landaben, se opuso a estas medidas, y el comité rechazó esta oferta, lo que puso en peligro la asignación de este modelo y, en consecuencia, la viabilidad de la planta.Las posturas se suavizaron a partir de noviembre. Entonces, CC OO aceptó un nuevo plan social impulsado por el consejero de Economía aragonés, Eduardo Bandrés. Los sindicatos aceptan la congelación de la antigüedad y los salarios, aunque se mantenían las primas de competitividad.Finalmente, a mediados de febrero, la firma de las condiciones por parte de la plantilla lograron que Figueruelas retuviese el Meriva.Los portavoces de VW Navarra han asegurado en repetidas ocasiones que la oferta hecha a la plantilla de Landaben supera en casi todos los puntos a la que en su día propuso GM a Figueruelas y es 'la mejor de las que han firmado en cualquier fábrica en España', aunque esta circunstancia no varió la situación. Esta situación llevó a esta fuente a calificar de 'suicida' e incomprensible' la postura de los sindicatos.