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Tribuna
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Olvidemos el Babel financiero

Mejorar la comunicación ha sido siempre un objetivo intrínseco de la humanidad, desde las cavernas hasta los experimentos con animales, pasando por la torre de Babel o el interés actual por estudiar idiomas. La llegada de las nuevas tecnologías y de la globalización, sin embargo, han hecho que todo, o casi todo, pase por la red, incluido el tipo de información que nos ocupa: la financiera.

El lenguaje XBRL -eXtensible Business Reporting Language- es una nueva vuelta de tuerca para hacer más sencillo y comprensible el mundo de los informes financieros. No es ni más ni menos que una versión potente y flexible de XML creada específicamente para satisfacer las exigencias de la información financiera y empresarial. Utilizando este lenguaje, compañías de todo el mundo pueden intercambiar datos y realizar sus informes oficiales de manera estándar y flexible. Así, un informe de una empresa expresado en XBRL, podrá ser visualizado en un navegador de internet, capturado en una hoja de cálculo, o incorporado a una base de datos sencilla, dependiendo de los recursos de cada compañía, sin costosas adaptaciones en distintos programas.

XBRL vendría a ser el sustituto que supera el uso común del inglés en los negocios y que mejora los flujos de comunicación financiera, no sólo entre empresas o sucursales de distintos países, sino también entre compañías y Administración y reguladores. Desde empresas de telecomunicaciones hasta auditores financieros, pasando por los proveedores de ordenadores y servicios informáticos, expertos contables, analistas, inversores, intermediarios, entidades, mercados y otros muchos participantes más, todos se están dando cuenta a tiempo de la necesidad de contar con este lenguaje transversal estándar, útil por igual a todos. Y no sólo eso, sino que mejora la actividad y reduce costes. De aquí surgiría el concepto de supply chain community o colectivo de proveedores vinculados, donde podemos ver que todos los organismos, entidades, empresas y Administraciones están interrelacionados en una compleja red de proveedores, distribuidores, reguladores, auditores, fabricantes… y esto a lo largo y ancho de todo el planeta. Una sencilla razón que convierte al XBRL en una herramienta extremadamente práctica, además de la no menos importante ventaja de ahorrar costes y tiempo en todo lo relacionado con el intercambio de datos contables. Desde que se hicieron los primeros experimentos hasta hoy, ya son más de 300 organizaciones en todo el mundo las que se han adherido al estándar y lo utilizan con éxito. Muy pronto podremos olvidar el Babel financiero.

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