Las palomas ya se hacen notar
Parece que han empezado a alzar su voz. Al menos, así lo reflejaban las actas de la reunión de la Fed del 28 de marzo. La referencia a que algunos miembros del comité de mercado abierto han expresado preocupación por una política demasiado restrictiva ha despreocupado al mercado, y Wall Street vivió la sesión de más jolgorio del año con el petróleo a 72 dólares. Ver para creer.
Hasta el momento la Reserva Federal había subido los tipos 15 veces consecutivas. Sin pausa, dudas ni fisuras, como si de una división Panzer se tratara. Pero el comité de mercado ya no es lo que era. Las palomas, que así se llama a los banqueros centrales que prefieren quedarse cortos que largos en las subidas de tipos -y largos que cortos en las bajadas- han mostrado su inquietud en la reunión en la que se deciden los tipos. Y eso es una novedad de calado, acostumbrado como está dicho comité a preparar con mimo al mercado ante todos sus movimientos.
A un observador no tan familiarizado con los mercados financieros estas disquisiciones le podrán parecer más dignas de otro género de cosas. Como cuando se buscaban pistas sobre tendencias políticas a partir de las posiciones de los líderes soviéticos en los desfiles del Primero de Mayo. O como las sofisticadas cábalas que precedieron a la elección del nuevo Papa. En realidad, el fondo es el mismo: un grupo de personas que decide algo que afecta a varios millones, con lo que la más mínima señal en un sentido u otro cobra importancia.
Los mercados aún dan por hecha una subida de un cuarto de punto en la próxima reunión del mes de mayo, pero cada vez son menos los que apuestan por un nuevo alza hasta el 5,25% en junio. El cambio de ciclo, probablemente, genere más volatilidad de aquí a la próxima reunión y en fechas sucesivas. Supone cambiar el perfil de los mercados pues, además de dejar de encarecerse el dinero, el parón en las subidas de tipos sugiere que la economía ya marcha al 100%.