Los mensajes del gobernador
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, hizo ayer, en el Foro Cinco Días, un primer balance de su gestión en una institución que dejará el próximo julio. Caruana destacó el papel del Banco de España en el lanzamiento del euro y en la elaboración de la política monetaria única en la zona euro, así como en el desarrollo de una línea de actividad internacional mundialmente reconocida. Además, y siempre reconociendo la sólida herencia recibida en la institución, destacó el papel de vigilancia y supervisión de uno de los sistemas financieros más saneados y competitivos del mundo. Pero, como proyección futura, apostó por que el Banco de España siga siendo un referente imprescindible en la elaboración de diagnósticos y análisis sobre la situación económica, así como en la capacidad de propuesta en materia de política económica.
En este sentido, el gobernador admitió que se han hecho razonablemente bien las cosas para que la economía acumule ya más de 12 años de crecimiento ininterrumpido, y con intensidad en la generación de empleo, hasta el punto de haber logrado unos muy aceptables niveles de convergencia de renta con la Unión Europea. Pero también recordó que la economía española sigue sumando crecientes desequilibrios que pueden quebrar la tendencia si no hay prontas soluciones.
El gobernador pidió por ello máxima atención sobre la acusada tensión inflacionista, generada por una economía excesivamente virada hacia la demanda interna en unos mercados de bienes y servicios no plenamente liberalizados. Algo que podría agravarse si el precio del petróleo no cede. Caruana recomendó también vigilar el alto y súbito endeudamiento familiar, provocado por el sesgo inversor hacia activos inmobiliarios con la ayuda de una política monetaria anormalmente expansiva. Igualmente, recordó la pérdida de competitividad de la economía en los mercados interiores y exteriores, que ha llevado la necesidad de financiación a niveles desconocidos. Y recalcó que esos desequilibrios han de corregirse cuanto antes, aunque para esa labor se disponga de menos instrumentos que en el pasado por la pérdida de poder sobre política monetaria como consecuencia del ingreso en el área euro.
Liberalización y austeridad pública. æpermil;sas fueron las dos recetas básicas lanzadas por el gobernador para el futuro. Liberalizar todos los mercados de factores, bienes y servicios para atajar la presión de los precios y mantener el crecimiento y la generación de empleo. En concreto, Caruana puso el acento en actuar sobre dos mercados por encima de los demás: trabajo y suelo. La reforma del primero va dirigida a flexibilizar la contratación y el despido y vincular más la determinación de los salarios a la productividad. Y la del segundo, ligada a un cambio de la financiación local, debe incrementar la oferta de suelo urbanizable, bajar la temperatura a los activos inmobiliarios y liberar renta familiar para la inversión en activos más productivos.
Y, junto a ello, más ahorro público. Forzar más la maquinaria financiera estatal y aumentar el superávit con todos los excedentes que se produzcan. Así se enfriará la actividad y se acumularán recursos para afrontar los costes que generará en el futuro el envejecimiento de la población y la pérdida de fondos comunitarios.