La cautela de Zapatero
Todos los jefes de Gobierno españoles han tenido la ambición de traer la paz al País Vasco, pero Zapatero tiene mejores perspectivas que sus predecesores (...).
La pregunta sobre hasta qué punto el Gobierno está dispuesto a negociar está en el centro de las dificultades para establecer el proceso de paz. El objetivo final de ETA (...) es la creación de un Estado independiente forjado por las regiones de idioma vasco del norte de España y del sur de Francia. Pero ningún Gobierno en París o Madrid está dispuesto a firmar la independencia de sus territorios vascos, ni hoy o ni en el futuro. Zapatero tampoco puede seducir a ETA con promesas de autonomía -como hizo Tony Blair al inicio de las negociaciones en Irlanda del Norte- porque el País Vasco ya goza de un amplio nivel de autogobierno (...).
Incluso antes del 11-M, la efectividad de ETA como grupo terrorista estaba en declive (...). Su influencia política en el País Vasco también ha disminuido desde que Batasuna (...) fue ilegalizada en 2002. Incapaz de presentar ningún candidato en las elecciones, Batasuna ha perdido una importante fuente de patrocinio y de ingresos (...). Batasuna espera que las negociaciones se desarrollen lo suficientemente rápido para permitirle estar legalizada a tiempo para las elecciones vascas del próximo año.