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5d. Guía para el inversor

Las Bolsas emulan a sus cotizadas

El elevado volumen que registran, las expectativas de crecimiento y el proceso de consolidación que viven añaden atractivo a esta industria

Con una capitalización en muchos casos menor al de compañías que cotizan en su propio parqué, el interés que suscitan las Bolsas cotizadas no deja de aumentar. A la inclusión de sus acciones en las carteras modelo de grandes bancos de inversión y gestores de fondos, se une su propia historia (en la mayoría de los casos son instituciones centenarias), su prestigio, el volumen que mueven -muy superior al de otras compañías-, las expectativas de crecimiento, y, cómo no, los movimientos encaminados a una ola de fusiones y adquisiciones que ya se registran en las últimas semanas.

Y es que si hace escasos meses, la Deutsche Börse escalaba posiciones al calor de los rumores que hablaban de una posible opa sobre Euronext -que también alcanzaba máximos- (la Bolsa que agrupa los mercados de Francia, Holanda, Bélgica y Portugal), hoy el acercamiento, en principio amistoso, entre los mercados, en unos casos (como el de Euronext y Borsa Italia), y las ofertas hostiles, en otros, (como la opa del Nasdaq sobre la London Stock Exchange, LSE) han puesto de manifiesto que el sector no es ajeno a la consolidación.

Más allá de la cuestión del crecimiento en escala que tiene un directo impacto en la facturación, hay otros motivos que explican este movimiento. Por un lado, la tendencia hacia un mercado financiero único, en el caso de Europa, y por otro los ingresos derivados de las sinergias que se pueden lograr en servicios como la compensación y liquidación, en la combinación de plataformas electrónicas de intermediación o en su futuro desarrollo conjunto. Estratégicamente este aspecto técnico tiene un gran valor pues tiene un impacto directo en el aumento de los volúmenes de negociación.

A la española, de hecho, podría sumarse la italiana Borsa Italia.

Esta última es, de hecho, una de las razones por las que Nasdaq lanzó la semana pasada la opa sobre el LSE. El año pasado el mercado de EE UU compró la red de intermediación electrónica Instinet y el LSE está ya modernizando la suya. La fusión de esta arquitectura tecnológica se presenta complicada, pero será más fácil desarrollar modelos conjuntos de intermediación en el futuro, algo que redundará en mayores ahorros de costes lo que, a su vez, hará más atractiva su valoración.

Otra de las razones de esta opa, y de las muchas más que pueden llegar, es la sensación de urgencia que ha insuflado en los mercados la desmutualización de la Bolsa de Nueva York (NYSE en sus siglas en inglés) y su posterior cotización. NYSE es la mayor Bolsa del mundo y su consejero delegado, John Thain, ha augurado que serían ellos los que iban a liderar la consolidación de la industria.

Nasdaq, su gran competidor, lleva tiempo reaccionando a los pasos dados por el NYSE. Cuando compró Instinet lo hizo dos días después de que el NYSE informara de que adquiría la plataforma electrónica Archipelago y que comenzaba su transformación. Este año lanzó la opa sobre el LSE, para acortar el terreno que les separa, en la misma semana en la que el Nyse debutaba en los mercados. La bicentenaria Bolsa de Nueva York (que ha subido un 12,47% desde su estreno el pasado 8 de marzo) estudia reaccionar pero para ella es muy pronto porque antes debe hacer los deberes en su propia casa.

El LSE es muy atractivo porque tiene casi el monopolio del mercado británico y permite una operación que no será mal vista por los reguladores americanos, que es difícil que aprueben una mayor consolidación en EE UU. Lo menos atractivo de esta apuesta es el poco desarrollo de los derivados de este mercado y el aspecto regulatorio.

Si un mercado americano absorbe a un europeo, la SEC y la dura (y cara) ley de gobierno corporativo Sarbanes Oxley sería aplicable a los mercados europeos. Dicen los analistas que Nasdaq ha orquestado una estructura que permita que el LSE sea una subsidiaria y no caiga bajo esta red regulatoria, algo que, no obstante, limita las sinergias.

La historia no va a quedar aquí. Según Bloomberg, la Organización Internacional de Comisiones de Valores con sede en Madrid, ha apuntado la necesidad de revisar las normas de los mercados de valores 'dada la creciente tendencia que muestran a cotizar en Bolsa y fusionarse'. 'Es posible que se necesite un mayor control, ya que los mercados están operando menos como empresas de servicios públicos y autoridades reguladoras'. Una opinión compartida por BNP Paribas Securities Services. 'Pretendemos que todos los componentes del sistema se dediquen a sus tareas y permitan una competencia ordenada', explicaba Juan Briz, especialista en asuntos europeos.

Con o sin fusiones, lo que está claro es que el interés por las propias Bolsas se ha disparado en las últimas semanas, como lo han hecho la cotización de sus acciones. Algo que podría suceder con Bolsas y Mercados Españoles (BME) cuando se estrene en el parqué. Cuando esto suceda, sus posibilidades de verse inmersa en estos procesos, parece, según los expertos, que serán pocas. 'El porcentaje del capital que se saque a Bolsa será pequeño por lo que no habrá riesgo de operaciones', señalan.

Un ejemplo de la atención que suscitan estas empresas es que varias compañías las tienen como apuestas en sus carteras modelo. En la gestora Newton, en España representado por Mellon Investment, mantienen en cartera la acción de Deutsche Börse desde hace meses. 'Se ha beneficiado de ser una de las primeras plataformas electrónicas y mercados de derivados de Europa (por lo tanto favorito de los hedge funds), y ahora se beneficia por las buenas perspectivas que presenta la economía alemana y los buenos resultados de sus empresas', explican. En Newton dicen que es uno de los sectores que más se beneficia de la buena marcha de la economía.

BME, lista para el despegue

España tampoco escapa a esta tendencia de euforia en los mercados. De hecho, su Bolsa también prepara su puesta de largo en el parqué español. Aunque todavía queda por votar su salida a cotizar, que se espera sea aprobada en la próxima junta de accionistas -aún no convocada-, el estreno de Bolsas y Mercados Españoles (BME) podría realizarse en los próximos meses.No son, sin embargo, los únicos flecos por resolver. Uno de ellos es la modificación, por parte del Tesoro, de algunos aspectos de la normativa vigente, como la actual obligatoriedad que tienen las Sociedades Gestoras de las Bolsas de remitir y someter a aprobación de la CNMV el presupuesto de cada año.Pese a que el proceso que BME tiene por delante aún es largo, la expectación ante su estreno va en aumento. La consolidación que vive el sector aviva el interés por estas sociedades, que poco a poco se hace un hueco en la cartera de los inversores. La necesidad de adecuarse a las nuevas demandas de los inversores, así como el interés por hacer caja de algunos accionistas, según otras fuentes, así como la necesidad de mejorar su capacidad y sus funciones han provocado que las Bolsas que aún no cotizaban estén planeando hacerlo.

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