Telefónica apura al límite la junta para culminar las operaciones de TPI y Móviles
Telefónica cambiará su política tradicional este año y retrasará casi al máximo legal la reunión de su junta de accionistas. Su intención es contar con flexibilidad y tiempo suficiente para llevar ante la asamblea las dos operaciones estrella del año: la recompra de Móviles y la venta de TPI.
La temperatura será alta en Madrid y los colegios estarán a punto de inaugurar las vacaciones de verano. Será un escenario inusual el que enmarque la junta de Telefónica, pero es que este año los accionistas tendrán que ver dos operaciones poco frecuentes en la compañía y de gran calado. Una supone la venta de una filial histórica en la firma; la otra es la reintegración de una participada que lleva cinco años y medio cotizando en el parqué.
Por eso, y para que en la cita con los accionistas ambas transacciones tengan todos los flecos cerrados y sólo quede la ejecución formal pendiente, Telefónica ha retrasado la junta casi al límite legal. El plazo para convocar la asamblea ordinaria que avale las cuentas del año anterior no puede extenderse más allá del final de junio -seis meses después del cierre del ejercicio- y la operadora lo va a apurar.
La asamblea está prevista, a falta de la convocatoria oficial, para el día 20 de ese mes, en primera convocatoria, y para el 21, en segunda, que es la que realmente se celebrará, según fuentes cercanas a la compañía.
En 2002, 2003 y 2004, las juntas fueron en abril. La del año pasado, en mayo, por la absorción de Terra
Para esa fecha se calcula que habrá ya un comprador para la filial editora de las Páginas Amarillas, TPI. De hecho, la previsión es que lo haya bastante antes, pero finales de junio da margen suficiente por si hubiera algún imprevisto en el camino.
También para entonces estarán realizados ya todos los trámites para que la aprobación por parte de los accionistas de la propuesta de absorción de Telefónica Móviles y la consiguiente ampliación de capital sea el único requisito que quede para sacar adelante la operación.
Aprobación descontada
El retraso ha afectado también a su filial de móviles, que ha tenido que olvidarse de sus planes para convocar a los accionistas en el próximo mes de abril. Telefónica le ha estado recomendando que pospusiera la asamblea para que estuviera más cerca de la suya y el jueves se supo el porqué.
Y es que los socios de Telefónica Móviles tienen en sus manos, al menos formalmente, la llave para que la fusión salga adelante. Deben aprobar la operación y dar su visto bueno a la ecuación de canje -con las mejoras que el consejo pueda conseguir-. Claro que el 92,46% de su capital está en manos de Telefónica, así que el visto bueno será un trámite. Aun así, es obligatorio aprobarlo en junta y, dado el presupuesto y los inconvenientes que plantean este tipo de convocatorias, se ha evitado a toda costa tener que duplicar la cita. Será el 13 de junio.
Según los planes previstos, las fechas elegidas dan holgura más que suficiente para llevar todo atado a las juntas, aunque eso suponga variar los gustos tradicionales del presidente, César Alierta. El mes de abril es el que más se ha repetido para realizar las asambleas -en 2002, 2003 y 2004, por ejemplo-, aunque el año pasado ya tuvo que retrasarse hasta finales de mayo para que diera tiempo a llevar otra gran operación en Telefónica: la absorción de Terra.
Por el momento, el primer paso para llegar con los deberes hechos a la cita de este año está dado. La comisión delegada de Telefónica ha ratificado 'el inicio de las negociaciones encaminadas a una posible fusión' con Móviles', según aseguró el viernes la compañía en un hecho relevante.
Ahora le toca el turno a los bancos de negocio, que tienen poco más de una semana para validar o cuestionar el canje propuesto libremente por Telefónica. Tendrán que definirse el día 27, en el consejo de Móviles, que pedirá una mejora de la oferta ya sea con un canje más favorable, un dividendo especial o el adelanto del que ya está previsto -como informó el viernes Cinco Días- a la que accederá Telefónica.
Dada la estructura de la operación, no hace falta la intervención de la CNMV, pero sí del Registro Mercantil. Un experto de esta institución tendrá que validar también la operación.