El consejo de Móviles intentará lograr más dinero para sus accionistas
Nuevo modelo de negocio para la filial que más aporta al resultado del grupo
La pelota está en el tejado de Móviles. Pese a que su accionista principal es Telefónica y que los consejeros independientes son minoría sobre el resto, la labor del máximo órgano de administración de la compañía celular es velar por todos los socios, incluidos los minoritarios. Por ello, está en su mano pedir una mejor retribución para los accionistas, tal y como hizo Terra, que arañó 60 céntimos para los suyos.
Así lo va a hacer también Móviles en la reunión del próximo día 27, según fuentes conocedoras de la situación. Ese día, además, se conocerán las valoraciones de los bancos de inversión, que deberán validar, tanto desde la comprada como desde la compradora, o el canje decidido por Telefónica o una mejora del abono. Para acercar el precio de la exclusión al que pagaron los inversores en la salida a Bolsa de la compañía o al de cotización antes del anuncio de la recompra por parte de Telefónica existen dos opciones. Exigir a la matriz una mejora del canje o pagar un dividendo extraordinario y, esta vez sí, en metálico, previo a la fusión.
Aunque todavía se barajan las dos posibilidades, la segunda opción tiene ciertas ventajas sobre la primera. Los accionistas de Telefónica no se verían comprometidos, puesto que una mejora en el canje implicaría para ellos una mayor dilución o un gasto más elevado de acciones de autocartera. Este aspecto se refuerza cuando se toma la cotización histórica de Telefónica Móviles, que en muy pocos momentos de su existencia ha estado al nivel que está ahora, y cuando se miran los múltiplos de la operación. Telefónica está pagando a 8,5 veces el Ebitda de Móviles, prácticamente lo mismo que desembolsó con O2 y eso que con la británica pagaba prima de control.
Por eso el dividendo especial tiene más papeletas. Ningún accionista de Telefónica podría quejarse y la mayoría del desembolso quedaría en manos de la matriz, que tiene un 92,46% de la filial. Sólo un 7,5% de la cantidad del dividendo extraordinario saldría fuera del grupo.
Nueva ubicación
Con más o menos dinero de por medio, está claro que el consejo y la junta de Telefónica Móviles aprobarán la operación y que la compañía celular pasará a integrarse en la estructura del grupo. A falta de conocer los planes que se tienen para ella, hay dos escenarios posibles de unión.
El primero es el de Terra, que supone desmembrar la compañía e ir adhiriéndola a las filiales de telefonía fija por países. El segundo es el de Telefónica Latinoamérica, una compañía independiente, aunque no cotizada, con sus propias estructuras y capacidad de gestión.
Todo apunta a que será esta segunda opción la que se utilice para Telefónica Móviles. Sobre todo, porque esta compañía es la que más aportó en 2005 al crecimiento de los ingresos y la que más contribuye al Ebitda. Telefónica necesita sus recursos, sobre todo en este momento de su situación financiera, y no quiere ponerlos en riesgo.
Poca presencia del consejo en el capital
Los consejeros de Telefónica Móviles no se caracterizan por la acumulación de acciones de la sociedad en la que trabajan o a la que asesoran. Según el último informe de gobierno corporativo de la firma, hay cuatro consejeros que no poseen título alguno, así que su patrimonio no se verá afectado en absoluto por la fusión planteada por Telefónica.El resto de los administradores sí notarán el cambio. En total, otros once consejeros suman la posesión de 74.953 títulos, exactamente el 0,00173% del capital de Telefónica Móviles.El que más tiene es Javier Echenique que, de hecho, aumentó su participación en 2005 hasta las 38.000 acciones. Le sigue Lars Berg, que cuenta con 12.500 y el presidente de la firma, António Viana-Baptista, que tiene 10.000 títulos.En este caso, sin embargo, no tendrá que decidir si acuden con su capital a la opa, puesto que en cuanto aprueben la fusión sus acciones se intercambiarán obligatoriamente y de inmediato por títulos de Telefónica.