Protegerse contra la calderilla falsa
El fraude con monedas del euro creció el 22% este año
El dinero del monedero preocupa normalmente menos que los billetes pero no conviene olvidar que España no es ajena a la falsificación de la calderilla en la Unión Europea, que aumentó el 22% durante 2005. El año pasado los bancos centrales europeos retiraron 96.000 monedas falsas, frente a las 74.564 retenidas en 2004, según el último informe publicado por la Comisión Europea.
De hecho, las caras nacionales más reproducidas por los falsificadores fueron las de Alemania, Francia, España, Bélgica, Italia, Austria, Países Bajos, Irlanda, Grecia y Luxemburgo, según la información facilitada por la Interpol.
'El timo tiene dos caminos, uno es la reproducción de monedas fabricadas en talleres clandestinos y otra es la introducción de metales legales de otros países como Tailandia o Turquía, que tienen divisas con tamaños y formas muy similares a las de dos euros, aunque con un valor bastante inferior', comenta Guillermo Sánchez, responsable de marketing de la empresa De la Rue, especializada en soluciones para tratamiento de efectivo.
Los talleres de fabricación de monedas falsas se concentran en la Europa del Este. 'Falsificaciones hay de todo tipo, de peor y mejor calidad, aunque los metales bicolores son más caros de reproducir que los que están realizadas sólo con níquel o cobre', dice.
En 2005 se desmontaron tres talleres de falsa acuñación en Polonia, Bulgaria y en Hungría. Desde la introducción del euro se han desmontado un total de once fábricas y se han incautado 199.053 monedas falsas, 3.557 antes de que entraran en el circuito de efectivo.
De entre todas las monedas retiradas, 165.272 fueron de dos euros, 4.606 unidades de 50 céntimos de euros y 29.175 de un euro. Esta cifra es pequeña si se compara con los 63.000 millones en monedas en circulación, según el Banco Central Europeo.
Para los estafadores resulta más sencillo y menos comprometido penalmente poner en circulación monedas de bajo importe que billetes de 50 euros, comentan fuentes policiales.
Para hacer frente a las falsificaciones han nacido máquinas detectoras de moneda falsas y clasificadoras de divisas de curso legal diferentes al euro, asegura Guillermo Sánchez, director de la empresa De la Rue. El coste de estas máquinas asciende a 5.000 euros y están dirigidas a las entidades financieras, a las empresas que cuentan y clasifican efectivo (como Prosegur o Esabe) y a las compañías que numeran y ordenan las monedas procedentes de sus máquinas expendedoras de chicles, chocolatinas, bebidas o sandwiches.
Para proteger la divisa europea trabajan conjuntamente la Oficina Antifraude (Olaf) -que es la que prepara las iniciativas legales-, el BCE, Europol, Interpol y las bancos nacionales competentes. Se incide en la importancia de retirar del circuito las monedas falsas. En mayo pasado, la Comisión Europea dictó nuevas recomendaciones en cuanto a las medidas de seguridad de billetes y monedas.
Monedas legales que se confunden con dos euros
Hay monedas de curso legal que por su aspecto, tamaño, peso e incluso aleación (son bicolores, de níquel y cobre) pasan como si fueran las de dos euros. Este es el caso del metal tailandés de 10 bath (que equivale a 0,20 euros) y la lira turca (con un valor de 0,4 euros). Esta última, por el aumento de la inmigración, está creciendo a marchas forzadas en España.Algunos de estos metales no son detectables por las máquinas expendedoras de chicles o golosinas. Las monedas falsas o las legales de otros países se diferencian de las de dos euros si se mira despacio su cara acuñada. Mezcladas con otras o en la oscuridad es fácil que pasen como verdaderas de dos euros.Para evitar este tipo de fraudes hay que destacar la importancia de la colaboración ciudadana así como el uso de tecnología apropiada para evitar su vuelta al circuito.Conviene recordar que si se descubre una moneda falsa en el monedero debe dársela por perdida. Si intenta colocarla en algún comercio pueden ponerle colorado y además está cometiendo una falta o un delito si lo hace reiteradamente. Las leyes lo castigan aunque establecen que se falsifique una cuantía elevada. Así, el Código Penal dice: 'el que habiendo recibido de buena fe moneda falsa, la expenda o distribuya después de contrastar su falsedad, será castigado con pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 24 meses, si el valor aparente de la moneda supera los 400 euros'.