España logra el primer superávit en 28 años
El conjunto de las Administraciones públicas (Estado central, comunidades y municipios) consiguió en el año 2005 el primer superávit fiscal desde 1978. El excedente a cierre del ejercicio se situó cercano a los 10.000 millones de euros, equivalente al 1,1% del PIB, por encima de lo previsto inicialmente (0,1%), según anunció ayer el vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes.
El excedente está basado en un fuerte dinamismo económico, que permitió un crecimiento de los ingresos tributarios del 14,1% la tasa más alta desde 1989, cinco puntos, incluso, por encima del crecimiento de la demanda nacional. El superávit, sin embargo, no fue homogéneo. Se centró exclusivamente en las Administraciones centrales, frente al déficit de las territoriales.
Así, la Seguridad Social consiguió de nuevo un excedente por encima del punto (1,06% del PIB), gracias al aumento del número de afiliados (supera ya los 18,1 millones). Por su parte, el Estado central y sus organismos autónomos consiguen obtener superávit también por su cuenta (0,39%), unos 3.536 millones de euros, algo que nunca se había producido en 30 años. Este superávit del Estado se ha conseguido aún descontando el anticipo a las comunidades autónomas (por 1.092 millones de euros) para mejorar su financiación sanitaria. Sin esta operación excepcional, el superávit del Estado habría alcanzado los 4.628 millones.
Esta suficiencia presupuestaria de las Administraciones centrales brilló por su ausencia en comunidades autónomas y municipios. En el caso de las primeras, el déficit fiscal (ingresos menos gastos) aumentó el año 2005 en dos décimas de PIB (1.800 millones de euros).
Solbes lo achacó a los planes de saneamiento fiscal presentados por algunas (entre ellas Cataluña y Comunidad Valenciana) para volver al equilibrio, y a la inclusión de algunas empresas regionales dentro del ámbito contable de la administración pública, tal y como Bruselas ha obligado a hacer con sociedades como la madrileña Mintra (infraestructuras del metro).
Los municipios tampoco han salido bien parados en 2005. Han roto su equilibrio técnico para cosechar un ligero déficit (0,14% del PIB). El Gobierno también apunta a la reclasificación de la deuda de algunas empresas locales como Madrid Calle 30 (encargada de la remodelación de la M-30) en la capital de España.
Sigue el 'círculo virtuoso'
A pesar de la evolución menos positiva de las Administraciones territoriales, el vicepresidente se mostró 'muy satisfecho' por los datos globales del conjunto del país, que prueban el 'círculo virtuoso en que se haya inmersa la economía española', según recalcó el propio Solbes con una terminología idéntica a la usada por el ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro.
El superávit fiscal global (1,1% del PIB) alcanzado por España en 2005 contrasta con el déficit del conjunto de la zona euro (-2,9% del PIB). Este último está en el límite de lo permitido por el pacto de Estabilidad (-3%). Es más, hoy por hoy, sólo Finlandia y España presentan unas cuentas totalmente saneadas.
Ingresos. El impuesto de sociedades y el IRPF impulsan la recaudación un 14%
El buen comportamiento de los ingresos tributarios en 2005 (crecieron de media un 14,1%) se extiende a todos los impuestos. Destaca el espectacular incremento de la recaudación por el impuesto de sociedades, que creció un 24,9%, hasta los 32.496 millones de euros. Influyó tanto el aumento del 20% en los pagos fraccionados de las empresas (prueba del aumento de los beneficios) como las menores devoluciones.La recaudación por IRPF aumentó, por su parte, un 14,7% por las mayores retenciones del trabajo y la afloración de plusvalías. El IVA lo hizo al 12% por el tirón del consumo. Solbes cree que estas tasas serán difíciles de mantener en 2006.
Gastos. Compromiso de no superar nunca el 40% del PIB de cada año
La holgura de ingresos en 2005 ha permitido pisar el acelerador en algunos gastos del Estado central. Así, se han aprobado mayores aportaciones a empresas públicas (SEPI y sociedades de aguas) por valor del 0,11% del PIB. No obstante, el volumen de gasto público no financiero se ha reducido ligeramente en el ejercicio, desde el 38,8% al 38,2% del PIB.Solbes recalcó ayer el 'compromiso del Gobierno' de mantener este nivel en los próximos años 'por debajo del 40% del PIB'. El control del gasto corriente es fundamental para dedicar los mayores ingresos a otras partidas al alza como la sanidad y los servicios sociales.