Blackberry sobrevive en EE UU al menos unos días más
Research in Motion puede respirar durante unos días. El servicio de su Blackberry, el teléfono con internet y email, no se cerró en EE UU por orden judicial el pasado viernes. Podría haber ocurrido porque NTP, empresa que ha demandado a RIM por robarle sus patentes para este aparato, pidió al juez, James Spencer, que así lo hiciera durante la vista oral ante el magistrado que tiene que decidir, en unas tres semanas, si hacer ejecutiva una orden de cierre de servicio que lleva emitida desde 2003.
NTP, que es una empresa sin empleados y sin productos en Virginia, pidió el cierre inmediato y una indemnización de 126 millones de dólares independientemente de que finalmente se suspenda el servicio o no.
La negativa del juez a esta petición inmediata permitió que las acciones de RIM registrarán una subida en Bolsa del 8% cuando se hizo pública.
NTP aseguraba que el mundo 'no se acabará si se cierra el servicio'. Una visión difícilmente compartida por RIM, que recauda el 70% de su facturación en EE UU, país en el que tiene unos 3,2 millones de sus cuatro millones de clientes. Entre ellos la banca de Wall Street, organismos internacionales, el Congreso y el Gobierno.
El departamento de Justicia se presentó en esta vista oral, aunque no es parte, para demandar que se evite el final de este servicio porque incluso aunque se ha garantizado que la Administración estaría al margen del cierre, las operaciones se verían muy perjudicadas.
RIM, que dijo hace semanas y sin dar muchos detalles que tiene un sistema alternativo para mantener el servicio, explicó el viernes al juez que éste es muy costoso y no se puede hacer de la noche a la mañana.
RIM ha pedido al juez que reexamine de nuevo la orden de cierre que emitió en 2003 antes de hacerla ejecutiva. Su argumento es que la Oficina de Patentes y Marcas ha denegado la titularidad de NTP de tres de varias patentes solo este mes. RIM quiere más tiempo para que esta oficina termine de emitir su juicio sobre el resto de patentes.
Pero el juez Spencer no ha dado hasta ahora mucho peso al parecer de esta oficina y el viernes incluso abroncó a las partes por no haber llegado a un acuerdo extrajudicial que le hubiera ahorrado una decisión.