El empuje comercial chino barre también a Japón
El país nipón registra en enero su primer déficit comercial en cinco años
La apabullante irrupción de China en el comercio mundial parece no tener límites. A tal punto llega la pujanza del gigante del sureste asiático, que ha conseguido provocar en su vecino Japón un hecho pocas veces visto: el déficit comercial. El país del sol naciente registró en enero un desequilibrio de 349.000 millones de yenes (2.960 millones de dólares), en lo que supone su primer desfase comercial en cualquier mes de los últimos cinco años.
Analizando las cifras presentados ayer por el Ministerio de Finanzas nipón, hay un dato que no puede pasar desapercibido: el déficit comercial con China rozó los 5.000 millones de dólares (el doble que hace cuatro años), después de que las importaciones desde ese país creciesen un 22,5% y las exportaciones apenas avanzasen un 5,4%. Los tradicionales superávit relativos de Japón frente a Estados Unidos y la Unión Europea no han podido compensar en enero el déficit ante China y otras economías del sureste asiático.
El hecho de que las importaciones superen a las exportaciones es una excepción en un país comercialmente agresivo como Japón. De hecho, el déficit comercial registrado en enero supone el mayor valor mensual en los últimos 23 años. La incipiente recuperación económica -el país creció un 2,8% en 2005, su mejor valor en lo que va de década- y el encarecimiento del petróleo han tirado de las importaciones de forma notable: las compras de bienes al exterior crecieron un 27% interanual, hasta 5,3 billones de yenes.
El ritmo de crecimiento de las exportaciones fue exactamente la mitad: un 13,5%, hasta cinco billones de yenes. El Ministerio de Finanzas japonés achaca la atenuación del ritmo exportador a la reciente celebración del año nuevo lunar, una fiesta en buena parte de los países vecinos que habría limitado las ventas de productos electrónicos. Sea como fuere, el saldo deficitario de la balanza comercial en enero fue de 2.440 millones de euros.
El excepcional déficit supone un borrón en los buenos resultados económicos del país. El Ejecutivo presidido por Jonichiro Koizumi presentó la semana pasada los datos de crecimiento del último trimestre de 2005: el Producto Interior Bruto aumentó un espectacular 5,5%, lo que desató las expectativas de una inminente subida de tipos. El buen comportamiento del consumo está tirando de la economía, aunque Koizumi contaba con que el sector exterior mantuviese su casi sempiterno buen hacer. Está por ver si hay cambio de tendencia.
Hacia tipos de interés 'neutrales'
La etapa de los tipos de interés cuasi nulos, que dura ya cinco años, parece tocar a su fin. Toshihiko Fukui, gobernador del Banco de Japón, afirmó ayer que pronto terminará su política de expansión monetaria y que el banco central elevará los tipos de interés hacia un nivel 'neutral' en algún momento, informa Reuters. El tipo de intervención del Banco de Japón es prácticamente nulo (0,1%), y el precio del dinero a largo plazo, de referencia en los créditos a hogares y empresas, no llega al 1,5%.Detrás de esta iniciativa se encuentra una creciente convicción de que el proceso deflacionario que viene sufriendo Japón ha terminado: 'Determinaremos si hemos cumplido la condición de que los cambios en el IPC se han estabilizado por encima de cero de una manera tranquila y objetiva y, una vez que lo hagamos, desearíamos cambiar rápidamente la política', explicó Fukui al Parlamento.El mensaje del gobernador fue interpretado por los mercados como una premonición: el yen se apreció cerca del 1% respecto al dólar y al euro.La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía, aumentó por segundo mes consecutivo en diciembre. 'El IPC debería mostrar una tendencia al alza relativamente clara a partir de enero', afirmó Fukui en su comparecencia bienal ante el Congreso.