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'Telecos'

El Spainsat se lanza hoy tras siete años de percances

Si las condiciones meteorológicas no lo impiden, esta tarde-noche será puesto en órbita desde la estación de lanzamiento de Kourou, en la Guayana Francesa, Spainsat, el primer satélite espacial español dedicado a comunicaciones gubernamentales y defensa.

Si todo se produce como está previsto, con el lanzamiento se culminará un accidentado proceso. Desde 1992-1993 los organismos españoles relacionados con la Defensa han estado utilizando los dos primeros satélites puestos en órbita por la sociedad Hispasat para desarrollar sus comunicaciones reservadas. Estos ingenios, denominados 1A y 1B, tenían misiones fundamentalmente de telecomunicaciones civiles, pero también estaban provistos de una misión gubernamental en la banda reservada KU, que era redundante, de manera que una servía de soporte en caso de fallo de su gemelo.

En el año 1997 una tormenta solar dañó la antena destinada a la misión militar del satélite 1A por lo que desde entonces los servicios debieron ser prestados en exclusiva por el 1B.

En el año 1999, previendo el final de la vida útil de la primera generación de satélites de Hispasat, el Gobierno español se embarcó en la aventura de construir un satélite especializado en telecomunicaciones militares, abandonando el modelo los ingenios espaciales mixtos en los que se compatibilizan las misiones civiles y las militares. Para entonces Hispasat ya había comenzado a construir otros dos nuevos satélites exclusivamente civiles.

El protagonismo de la construcción del nuevo ingenio militar fue asignado a una sociedad de nueva creación denominada Hisdesat en la que Hispasat tiene el 43% del capital. El resto de las acciones se repartieron entre Insa (30%), EADS-CASA (15%), Indra (7%) y Sener (5%). El proyecto del nuevo satélite militar fue bautizado como Spainsat y su presupuesto inicial ascendía a 233 millones. Hisdesat encargó la construcción del satélite Spainsat al fabricante estadounidense Loral, quien a su vez promovía el desarrollo de un segundo satélite de las mismas características que se denominaba XStar-Eur. El plan consistía en que ambos ingenios operaran de forma complementaria y que pudieran vender su capacidad sobrante a otros ejércitos.

Pero los acontecimientos no ocurrieron como estaba previsto. En primer lugar Loral entró pronto en suspensión de pagos. Posteriormente en diciembre de 2003, cuando el satélite Spainsat se encontraba en la fase final de su construcción y se le sometía a pruebas de fiabilidad, cayó a suelo al desprenderse una de las agarraderas que lo sujetaban.

En principio se estimó que el incidente retrasaría tres meses su lanzamiento: de junio de 2004 a otoño de ese mismo año. Sin embargo, la realidad del desastre se impuso y se ha tardado más de dos años en recomponer los daños de la caída.

Sustitutos

Desde que se accidentó en 2003, las comunicaciones militares españolas han sido soportadas por el viejo satélite de Hispasat 1B, que, a pesar de encontrarse en una órbita inclinada y fuera de operación, ha cumplido con su cometido.

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