'El futuro del móvil está en los países emergentes'
Este joven ejecutivo francés ha aprovechado la feria 3GSM celebrada esta semana en Barcelona para explicar la nueva estrategia celular de la multinacional de desarrollar tecnologías intensivas y compatibles que ya está desplegando en países emergentes.
En la Tierra hay 6.000 millones de habitantes, de los que algo menos de 2.000 millones disfrutan de algún sistema de telecomunicaciones por voz. En la industria de este sector a nivel global se estima que los siguientes 1.000 millones de personas que se incorporarán a este selecto colectivo lo harán en los próximos tres o cuatro años y en su inmensa mayoría provendrán de países emergentes. El máximo responsable del negocio celular de Alcatel, Marc Rouanne, explica cuales son los retos ante esta perspectiva explosiva.
Mil millones de nuevos usuarios en cuatro años, ¿es creíble?
Sí. La previsión es pasar de 2.000 a 3.000 usuarios de tecnologías de voz en cuatro años, y conseguir esa misma penetración en la introducción de usuarios de Internet inalámbrico en un plazo de 10 años.
Los nuevos usuarios saldrán de las metrópolis de África, América y Asia
¿De dónde va a salir tanto nuevo usuario?
La mayoría serán de las grandes metrópolis de los países emergentes, São Paulo, El Cairo, Nueva Delhi, etc.
¿Qué retos tecnológicos impone esta revolucionaria multiplicación de los usuario?
Los problemas no nos los planteamos de manera prioritaria por la necesidad de ampliar coberturas geográficas. El reto es operar en zonas de alta densificación y con unos precios de explotación reducidos, con unos ingresos medios por abonado muy bajos. Ello, además, no debe ser incompatible con la cantidad y calidad de los servicios.
¿Existe la tecnología que permita dar tanto por tan poco?
El esfuerzo en I+D ha sido muy grande. Nos ha obligado a pasar a tecnologías mucho más sofisticadas, mucho más modernas, del tipo de las que hemos presentado en el 3GSM de Barcelona, Carte PC, máquina Linux, cosas muy densas y muy eficaces.
El centro de gravedad del desarrollo de la tecnología de telecos se traslada a países emergentes.
La paradoja es que no son los países desarrollados los que nos han pedido que aceleremos nuestras inversiones tecnológicas. Lo demandan los países en vías de desarrollo para conseguir unos abonados que no interesarían a los países desarrollados. Alcatel, que tiene una gran presencia en los países emergentes, ha recibido el mensaje: 'necesitamos más tecnología'. Lo interesante es que esta tecnología, cuando se haya desarrollado en los países emergentes, va a revertir en el primer mundo, porque es mucho más eficaz que la que esta instalada, por ejemplo, en Europa.
Detálleme de qué tipo de tecnología hablamos.
Le voy a dar un ejemplo. Hemos anunciado esta semana que hemos culminado las pruebas para la introducción en la red de Telefónica Móviles en Chile de nuestra nueva central de conmutación NGN, intensiva y compatible con cinco tecnologías celulares previas. Con Telefónica nos servimos del potencial y del crecimiento del mercado en Chile para testar las tecnologías más novedosas y cuando veamos beneficiarse el crecimiento de Chile, la vamos a extender a otros países emergentes y posiblemente a países como España.
¿Existen bases que permitan pasar del cero al infinito en el uso de tecnologías avanzadas en los países emergentes?
La gente con la que discutimos en los países emergentes, los técnicos de las operadoras locales, tienen la misma cultura que en los países desarrollados. Es normal. No hay dificultades en discutir con ellos. En la escasez de obreros, en la escasez de los instaladores con experiencia, es donde se sitúan la limitaciones. Decidir implantar una red moderna es rápido. Hacer la implantación es más complejo.
Dibújeme el perfil de un usuario tipo entre los próximos 1.000 millones.
El mercado en los países emergentes está segmentado de forma diferente. Los altísimos consumidores demandan exactamente lo mismo que en un país desarrollado. Pero en los de bajo consumo las cosas cambian. El gasto medio mensual puede no superar los ocho o diez dólares y un terminal no ha de costar más que 30 dólares.
Nuestra estrategia es conseguir que todas las capas de la cadena aumenten el tráfico y el consumo hasta el nivel máximo que se puedan permitir.
Para ello queremos mejorar la tecnología para poder darles más voz, más SMS, más consumo. Y en la medida que vaya siendo posible darles también más televisión, más vídeo.
En esta disputa por crear y desplegar tecnología para los países emergentes, ¿no temen la competencia china?
En el proceso de aceleración de los desarrollos tecnológicos que vivimos no hemos visto una presión importante de los chinos. No han sido nuestros principales competidores para el mercado de los próximos mil millones en nuevos usuarios. Siguen, por supuesto, con su estrategia de precios bajos.
La presión está ahí, pero una empresa como Alcatel ha demostrado tener más tecnología y mayor perspectiva estratégica que el resto para enfrentar un reto de esta magnitud.
Invertimos en un centro de I+D en Barcelona
Rouanne explica que Orange, el nuevo propietario de la operadora celular española Amena, 'es ya un cliente estratégico de Alcatel, un cliente histórico. Pero, a la inversa, Alcatel hace parte de su negocio móvil en Francia y con Orange'. Telefónica es también un 'muy buen cliente de Alcatel, histórico'.Ahora en el futuro, la multinacional 'va a servir a estos dos clientes que tienen una importancia muy relevante en el mercado español'. Este reforzamiento de la presencia del Alcatel en el mercado nacional se va a ver realzada porque 'estamos invirtiendo en Barcelona en un centro tecnológico de competencia para plataformas de facturación muy importante para nosotros, y un centro de competencia de vídeo'.Todo ello, a juicio del ejecutivo, es prueba de que 'en España vemos un fuerte potencial de desarrollo para nosotros en el pago, en el vídeo, en el NGN, en las nuevas aplicaciones y en los nuevos tipos de servicios'.