Bruselas se resiste a que se diluya la directiva Bolkestein
La Comisión Europea se mostró ayer dispuesta a aceptar una gran parte de las enmiendas del Parlamento Europeo a la polémica directiva de liberalización de servicios. Pero Bruselas advirtió que adoptará medidas complementarias si los cambios vacían de contenido el texto.
Miles de manifestantes respondieron ayer en Estrasburgo a la convocatoria de la Confederación europea de sindicatos contra la llamada directiva Bolkestein. Los sindicatos temen que esa ley, con la excusa de facilitar a las empresas del sector servicios su actividad en todo el territorio comunitario, mine la legislación laboral y medioambiental de los socios más exigentes de la UE.
El Parlamento europeo se mostró sensible a estas protestas durante la primera jornada del decisivo debate sobre la directiva de servicios. Y apenas los liberales (90 escaños en un hemiciclo de 732) se atrevieron a defender la conveniencia del texto elaborado en 2004 por el entonces comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein.
Para el resto de grupos, el apellido del holandés concita todos los males derivados de una liberalización sin garantías. 'La intención de Bolkestein era crear crecimiento a costa de salarios menores, menos control laboral y menos medias medioambientales', tronó el líder del grupo socialista Martin Schulz. El alemán se congratuló de que su postura tuviera eco en las filas 'cristiano-demócratas' del Partido Popular europeo. Populares y socialistas grupos mayoritarios intentarán imponer en la votación del jueves una propuesta de compromiso que, según los críticos, diluye la directiva original.
El comisario europeo Charlie McCreevy, que ha heredado el expediente de Bolkestein, avaló ese compromiso. Pero advirtió que 'debemos tener qué suponen esos cambios'. 'Cualquier enmienda que aceptemos debe cumplir el objetivo de avanzar hacia un mercado único de servicios', señaló.
El comisario, de filiación liberal, indicó que dictará nueva normas si algún país dificulta indebidamente el desplazamiento de trabajadores. Bruselas vigilará estrechamente, además, que ningún país discrimine a las empresas extranjeras invocando razones de 'interés general'. 'Y si se excluyen los servicios sanitarios de la directiva, la Comisión velará para que se respete la jurisprudencia sobre movilidad de pacientes.
Los cambios que desean populares y socialistas
Los líderes de los grupos Popular y Socialista, mayoritarios en la Eurocámara, han pergeñado una propuesta de compromiso sobre la directiva de servicios, pero todavía hay serias dudas sobre el respaldo que tiene dentro de cada formación. El acuerdo sustituye la referencia a la legislación del 'país de origen' de una empresa que opera en otro Estado, por un principio general de libre acceso y libre ejercicio de una actividad profesional en toda la UE.Populares y socialistas también amplían el número de profesiones exentas de la directiva, para incluir servicios como los de seguridad, agencias de trabajo temporal o transporte. Para los sindicatos, el acuerdo supone un paso en la buena dirección. Y la CE considera factible trabajar con esas enmiendas. Sólo falta que superen la votación del jueves.