Ferrovial prepara una opa sobre el líder mundial de aeropuertos
Ferrovial dio la sorpresa ayer al anunciar que estudia lanzar una opa para hacerse con el mayor operador de aeropuertos del mundo, el británico BAA. Esta oferta, que no ha sido pactada, costaría unos 12.000 millones, más de lo que vale el grupo español, que la acometería con otros socios.
La operación supondría un salto de gigante para Ferrovial en Reino Unido y le permitiría acortar distancias con su rival ACS. Ante los rumores que saltaron en la Bolsa de Londres, el segundo grupo español de construcción y servicios comunicó ayer su intención de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% de las acciones emitidas y por emitir de BAA.
Aunque la constructora que controla la familia Del Pino puntualizó que 'no existe certeza' de que vaya materializarla, trabaja seriamente sobre la compra, en la que el banco estadounidense Citigroup actúa como asesor. La acometería con otros socios y la pagaría en metálico. Otro dato llamativo ya que el valor de la compañía ayer era de 8.100 millones de libras (12.000 millones de euros) tras subir la acción hasta un 22% y cerrar con un alza del 15%. Además, acumula una deuda de 5.000 millones de libras (7.500 millones de euros), según datos del grupo de enero, tras comprar por 1.890 millones de euros el 75% del aeropuerto de Budapest. A esto se une el plan de inversiones de BAA (la nueva terminal de Heathrow, entre otras) que requeriría financiar hasta 5.000 millones.
Con la adquisición, Ferrovial incorporaría siete aeropuertos británicos (entre ellos, Heathrow, Gatwick y Stansted, los principales en el Reino Unido), además del primero en Hungría, el de Nápoles (Italia) y participaciones en seis aeródromos australianos además de la gestión en cuatro de Estados Unidos.
BAA, con la que Ferrovial mantuvo ayer contactos, muestra recelos
Fuerte subida en Bolsa
Además de darle tamaño -BAA tuvo unos ingresos de 1.760 millones de euros hasta septiembre y un beneficio bruto de 551 millones-, el gestor de aeropuertos cambiaría significativamente la actual estructura de negocio de Ferrovial. La volcaría en la actividad de infraestructuras en detrimento de la construcción (cuyo peso cae de forma creciente en aras de la diversificación) y en menor medida de los servicios. Esto fue lo que ayer aplaudió el mercado: la acción subió un 5,8%.
La única vía para adquirir BAA sin penalizar demasiado la ahora vigorosa capacidad de endeudamiento de Ferrovial sería imitar la fórmula de ACS que compró el 22% de Unión Fenosa avalándola con las propias acciones de la eléctrica (pignorando los títulos).
Pero la eventual oferta tendrá que sortear baches. BAA se mostró claramente recelosa y alerta tras el anuncio de Ferrovial. El grupo 'no ha recibido ninguna propuesta' de la española y lanzó una encarecida advertencia a los accionistas para 'no llevar a cabo ningún movimiento', señaló en un comunicado. Abundó en la fortaleza actual de su negocio y afirmó que 'el consejo cree que BAA está bien situada para seguir creando valor' de forma significativa para los accionistas a partir del crecimiento de sus activos. Un recibimiento nada caluroso. Si bien, ayer Ferrovial mantuvo contactos con el grupo en un intento de aproximar posiciones.
Entre los socios posibles figura el banco australiano Macquarie, cuya división de infraestructuras ya comparte con Ferrovial los aeropuertos de Sídney y en Reino Unido, los de Bristol y Exeter. Pero asimismo se incluyen la alemana Hochtief, que ayer subió hasta un 2,5% en Bolsa tras el anuncio de Ferrovial, y el gestor austriaco Two One. En contraposición, apostar por un socio financiero dejaría a Ferrovial manos libres para la gestión. Entre los riesgos de la compra figura el coste de la deuda de BAA, cuya prima se triplicó tras el anuncio. Los titulares pidieron cambios en las condiciones ante una eventual opa.
Venta de activos y riesgo de batalla 'patriótica'
Entre los obstáculos que tendrá que afrontar Ferrovial si se lanza a comprar BAA se vislumbra una oposición a que una antigua compañía estatal con más de 12.000 empleados caiga en manos de un grupo extranjero. Aunque sería la tercera gran incursión española en menos de dos años: el Santander ha comprado el banco hipotecario Abbey y Telefónica acaba de hacerse con el operador O2. El primero tuvo que sortear una fuerte campaña patriótica con los medios de comunicación británicos como principal acicate opositor tras anunciar su oferta.Ahora, el grupo de construcción y servicios analiza una opa cuyo éxito será cuestión de precio, pronostican los expertos. Y esto se ve favorecido por el disperso accionariado de BAA, en el que tienen menos de un 8% el banco Lloyds y las aseguradoras Prudential y Legal & General.Para sufragar la adquisición, es factible que Ferrovial opte por vender activos del grupo de aeropuertos.