Beneficios récord para la banca
Los espectaculares resultados del Santander presentados ayer por Emilio Botín completan un cuadro de beneficios históricos para la gran banca española. Todos los factores se han conjugado para mostrar un panorama casi idílico en las cuentas de las principales entidades financieras. Las ganancias sin precedentes responden a la coincidencia de la buena marcha del negocio tradicional, al crecimiento vía adquisiciones, a la estabilidad en Latinoamérica y a la aportación de los resultados extraordinarios.
La fortaleza de la inversión crediticia, con las hipotecas como locomotora, y el crecimiento de las comisiones han estado entre los factores que han impulsado la rentabilidad del negocio tradicional y más recurrente. Adquisiciones como la del Abbey por parte del Santander o el aumento de participación del BBVA en Bancomer han supuesto también un salto de dimensión en todas las líneas de la cuenta de resultados, si bien las ampliaciones de capital aparejadas a dichas adquisiciones provocan que el crecimiento del beneficio por acción sea algo menos brillante que las cifras absolutas en el caso de los dos grandes bancos.
Esa combinación de crecimiento orgánico y vía adquisiciones ha sido compatible con una fuerte mejora de la eficiencia derivada de un estricto control de costes y del aprovechamiento de sinergias y economías de escala. Además, se ha producido en un contexto de estabilidad macroeconómica internacional, particularmente en Latinoamérica, que deja de ser fuente de sobresaltos. Las plusvalías por la venta de activos no estratégicos se han convertido en la guinda para los resultados de la gran banca, que también saca partido a un tratamiento contable que ha tenido un impacto más favorable en el beneficio por menores provisiones.
Aunque parece evidente que habrá cierta desaceleración, el nuevo ejercicio se presenta también con perspectivas favorables y con los riesgos aparentemente controlados. El objetivo es que el récord de beneficios de este año pase pronto a la historia.