El Ejecutivo luso acude a De Azevedo para repetir la jugada de Amorim en Galp

La opa de Sonae sobre PT ha sido interpretada por los analistas del sector como garantía de que uno de los grandes antiguos monopolios de Portugal, en un sector estratégico como el de las telecomunicaciones, quedará en manos lusas, una de las grandes preocupaciones del Gobierno, los empresarios y los medios de comunicación del país.

De hecho, el Ejecutivo socialista de José Sócrates no ha ocultado su interés desde que tomó el poder porque las grandes empresas portuguesas, sobre todo los antiguos monopolios del Estado, sigan bajo control de capital luso. Y, para ello, está recurriendo a las grandes fortunas familiares del país. Así, si el pasado mes de diciembre el ministro de Economía, Manuel Pinho, negoció personalmente la entrada del grupo de Américo Amorim en la petrolera Galp para frenar a la italiana Eni, ahora el valedor de los planes gubernamentales es Belmiro de Azevedo. Hijo de carpintero, en la actualidad es uno de los hombres más ricos de Portugal y preside el mayor conglomerado empresarial del país (Sonae), con presencia en los principales sectores de la economía, como la industria (sector maderero), la distribución (Continente, Modelo Worten, Vobis) y las telecomunicaciones (Optimus, Novis, Clix).