La inversión financiera toma los mercados de materias primas
El viernes los precios del cobre y el zinc marcaron máximo histórico, mientras el oro roza récord de 25 años. Al igual que ha ocurrido en el mercado del petróleo, a los factores de oferta y demanda se ha unido el cada vez mayor apetito de los fondos por invertir en materias primas.
En noviembre pasado Liu Qibing, operador de la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo de China, vendió en los mercados de futuros 200.000 toneladas de cobre, una cantidad que, según los expertos, superaba la capacidad de almacenamiento china. Aunque la oficina en la que trabajaba Liu se creó para atender las ingentes necesidades chinas de aprovisionamiento de materias primas, el efervescente mercado del cobre ofrecía opciones de hacer dinero fácil.
Este mes han marcado máximo histórico el plomo, el zinc, el cobre y el platino. El oro está en niveles de 25 años, mientras aluminio, plata y níquel están en precios de finales de los 80. Las subidas desde los mínimos de 2001 superan el 100% en todos estos metales, y alcanzan el 300% en el caso del níquel. Desde verano las alzas superan, en casi todos los casos, el 40%. Dos factores han generado este movimiento, y ambos estaban presentes en el caso Liu: la fortísima demanda y las compras por parte de inversores.
Es difícil saber si la inversión financiera o especulativa ha creado el alza de precios o ha acudido a esta llamada. Pero el hecho es claro: Según el banco de inversión HSBC, los fondos vinculados a índices de materias primas han crecido de unos 45.000 millones de dólares en 2004 a 75.000 a finales de 2005, y se espera que rocen los 100.000 a final de este año. En 2001 rondaban los 5.000 millones Los índices Dow Jones de materias primas tenían en 2003 fondos vinculados por 500 millones de dólares, y ya han crecido a 23.000 millones. Fondos de pensiones como Calpers, hedge funds o gestores con vocación de innovar son los nuevos consumidores de materias primas.
Los 25.000 millones de dólares adicionales de inversión que calcula HSBC darían para comprar, en una cartera equilibrada, entre el 1% y el 5% de la producción mundial de los principales metales. No es mucho, pero si se tiene en cuenta que las previsiones apuntan a que la demanda va a superar la oferta en el mercado del cobre o del zinc, el efecto se multiplica.
En todo caso, las compras y ventas para uso final suponen una minucia en el mercado mundial de materias primas. Los mercados de petróleo mueven cada día futuros equivalentes a entre 3,5 y cuatro veces la demanda mundial de todo un año, unos 83 millones de barriles. En el mercado LME londinense, principal Bolsa de metales del mundo, se negocian al año contratos de aluminio, zinc y cobre por 25 veces la producción.
Dado que estos mercados son de futuros, los operadores pueden tomar posiciones sin depositar más que una garantía, es decir, no han de pagar el 100% de sus apuestas. Eso, junto con el alza de los precios, es una puerta abierta a la especulación Según los datos del CFTC, regulador de los mercados de futuros en EE UU, las posiciones tomadas por inversores de fuera de la industria tienen más peso que las de los operadores industriales en contratos de plata, oro o cobre. Sin embargo, esto no es ninguna novedad. Aunque organismos como el BIS han advertido del papel de los especuladores en el alza del petróleo, lo cierto es que las posiciones especulativas no son mucho más voluminosas que, por ejemplo, a cierre de 2003.
El terreno para la especulación, en todo caso, estaba abonado. En dos años, según Merrill Lynch, China ha aumentado su demanda de aluminio en 400.000 toneladas, un 5% de la producción mundial, y en otras 161.000 la de zinc, equivalente al 6% de la oferta. Con estos mimbres, no es extraño que los especuladores les haya dado por los metales.
Petróleo: Pendiente de Irán
La tensión entre Irán y Occidente a cuenta del programa nuclear persa se ha llevado el precio del barril a un paso de los máximos históricos, alcanzando este año los 66,5 dólares por barril Brent. La semana pasada, con todo, los precios se moderaron un 6%, gracias también al suave invierno que se registra en EE UU.
Oro: En máximos de 25 años
Según la gestora de Merrill Lynch, aunque los factores de oferta y demanda han jugado un papel en el alza del metal precioso, la volatilidad a corto plazo que muestra el oro es consecuencia de inversiones especulativas. Los fondos de inversión ligados a metales preciosos son este año los más rentables.
Cobre: Sin apenas margen
Pocas reservas, escasez en China y flujos de dinero. Y, por su fuera poco, Río Tinto ha cerrado una mina. El mercado del cobre está en una situación extremadamente tensa, y fruto de ello los precios marcaron el viernes máximo histórico y superaron por primera vez los 5.000 dólares la tonelada en Londres.
Zinc: Un 70% desde el verano
¿Qué más puede pasar? Eso se pregunta HSBC en un informe sobre el mercado del zinc. Los expertos esperan que este año el déficit entre oferta y demanda alcance las 338.000 toneladas. Esta brecha estructural soporta las alzas en el precio, así como el hecho de que este metal fuese uno de los últimos en sumarse al rally.